Los parados tardan tres meses en cobrar por culpa del «decretazo»

«Estamos comprobando como las denuncias que hicimos ya antes de la huelga general se están plasmando en la realidad». El secretario provincial de la Unión General de Trabajadores, Ramón Sánchez. Lo más preocupante, a juicio del responsable sindical es el retraso en el comienzo del cobro de las prestaciones de desempleo. El «decretazo» ha provocado que de quince días, el periodo de espera se haya dilatado hasta tres meses. Todo, pese a los anuncios del PP -recuerda Sánchez- de que la percepción del subsidio sería automática, una vez que se hubiera producido el despido. «¿Qué pasa con un trabajador en paro que no cobra un duro durante dos o tres meses?», se pregunta el secretario provincial de UGT. Esta situación, «lamentable», es una de las «mentiras del decreto del PP», añade. La nueva ley tiene «cada vez más lagunas», según el responsable sindical. Hasta ahora, las indemnizaciones incluían las pagas extras y los días de vacaciones. Tras el «decretazo», según la UGT, el Inem no reconoce el paro hasta después de los días de descanso, obligatorios ahora para los parados. Así, los trabajadores se encuentran con que durante ese tiempo no tienen ningún tipo de cobertura social, lo que repercute negativamente en su futura jubilación. El sector más afectado por la aplicación del polémico decretazo -recurrido ante el Tribunal Constitucional por el PSOE e Izquierda Unida- son los fijos discontinuos, cuyos derechos quedan recortados de forma significativa por la normativa impuesta por el Gobierno del Partido Popular. Fijos discontinuos «Están yendo al Inem y les están diciendo que no cobran», asegura Ramón Sánchez. Esta situación «preocupante», a juicio del sindicalista, lo va a ser más en los próximos meses. Una vez concluya el periodo verano un gran número de estos trabajadores encontrará impedimentos a la hora de percibir cualquier subsidio por desempleo. Sánchez recuerda que hay «cientos» de estos trabajadores en la provincia. Así, en esta situación se encontrará todo el personal de servicios de las piscinas municipales, de instalaciones como San Isidro, e incluso de la azucarera, una vez concluya la campaña; personal de apoyo en los colegios y el de extinción de incendios, entre otros colectivos que hasta ahora tenían una cobertura laboral semejante a la de los trabajadores continuos. «Los trabajadores no son tontos y se están dando cuenta de las dificultades que plantea el decreto del Gobierno popular», concluye Ramón Sánchez.