Un madrileño salva la vida tras caer desde una altura de nueve metros

Al madrileño Jorge Gómez Bueno, de 42 años, le tocó el pasado sábado la lotería. Logró salvar su vida tras caerse al vacío desde una altura de nueve metros cuando intentaba acceder a la habitación en que estaba alojado desde el pasado día 10 en una pensión ubicada en la avenida de Palencia. Según el mismo relata, sobre las cinco y cuarto de la tarde fue a abrir la puerta de la habitación con la llave, «pero como tiene cerradura antigua, se pasaba de rosca. Me puse nervioso al no poder entrar, porque había quedado para un trabajo, y vi que la ventana que daba al patio estaba abierta. No sé por qué se me ocurrió intentar saltar por la ventana», lamenta. No recuerda más. Cuando volvió a abrir los ojos, estaba siendo atendido por efectivos del 061 en el suelo del patio. La ambulancia le trasladó al hospital Virgen Blanca, donde ingresó en el servicio de traumatología. Le diagnosticaron rotura de cadera y de tobillos, «por el impacto tan fuerte que recibí en los talones, ya que debí caer de pie», aclara. Ahora, se recupera en el hospital San Juan de Dios, donde permanece escayolado y donde hoy será sometido a una complicada operación, ya que padece flebitis en las piernas. Al parecer, una vecina del inmueble escuchó el golpe, se asomó a la ventana y al ver al hombre tendido en el suelo, avisó al 061. Gómez intentó ponerse en pie, «pero me deshacía, no me respondía el cuerpo», comenta. En sus primeras horas ingresado en el hospital, los médicos le decían que tuvo mucha suerte y que salvó la vida «de milagro», explica. Ahora, espera en una cama de San Juan de Dios, fumando sin parar, a que sus huesos y su organismo se repongan del impacto. Tiene claro que no volverá a aventurarse a intentar cruzar por las ventanas para entrar en un inmueble. Más, si están separadas metro y medio como las de la pensión. Un milagro Según los expertos en politraumatismos del hospital leonés, en caidas desde grandes alturas tienen mayores posibilidades de sobrevivir las personas que llegan al suelo de pie, ya que el primer impacto no es en la cabeza. La rotura de más de dos huesos unida a alteraciones respiratorias o de órganos vitales hace que el 50% de las víctimas de caidas mueran directamente y el otro 50% en la primera hora. Estas estadísticas se rompen según la resistencia del paciente y la suerte, reconocen los médicos.