El asesino del frutero le atontó de un golpe antes de apuñalarle 12 veces

El crimen cometido el pasado viernes en el primero derecha del número 14 de Bernardo del Carpio, en el que un vendedor de fruta de 37 años fue brutalmente apuñalado, está siendo reconstruido gracias al análisis forense. Las dos expertas que efectuaron la autopsia han observado que José Manuel Riojano recibió doce puñaladas presuntamente con varios cuchillos que aparecieron en la escena del asesinato con la punta doblada. Los cortes tienen diversa profundidad y afectaron a órganos vitales, como el pulmón izquierdo, la tráquea y la yugular, lo que, probablemente, le causó la muerte al desangrarse, estiman. Parece también que la víctima trató de defenderse del ataque, porque tiene varios cortes en las manos y en la cara, aunque su agresor había intentado tirarle al suelo y atontarle dándole un botellazo en la cabeza. En el salón aparecieron restos de vidrio, comida y platos. Las forenses señalan que Riojano falleció doce horas antes de ser encontrado por un anciano de 71 años con el que compartía piso. El hombre relató al juez que desde hacía un mes vivía en la misma habitación que la víctima otro varón y que él no se había levantado en todo el viernes de la cama porque estaba aquejado de una rotura de pierna. Asegura que le pareció escuchar un quejido y que llamó en alto a Riojano. Le contestó, según indicó, el otro hombre tranquilizándole al asegurar que no era nada y que no se moviera, ya que él mismo le traería la comida. Bajó a la calle y no ha regresado. Supuestamente antes de abandonar el piso, el agresor tuvo la sangre fría de lavarse y cambiar de ropa. El móvil del crimen que manejan los investigadores es pasional, ya que se ha descartado el robo por las condiciones laborales de la víctima. No obstante, la cartera de Riojano que se encontró estaba vacía. La Policía Nacional prosigue las pesquisas para localizar al autor del asesinato.