Dos leoneses crean una oficina de defensa contra las aseguradoras

El 7 de julio de 1996 es una fecha que quedó grabada para siempre en la memoria de Eva María y Alejandro, «tras el accidente, tuvimos que vivir un largo proceso judicial que duró cinco años aproximadamente, a la vez que diez operaciones y tres años de rehabilitación», comentó Eva María Aparicio, propietaria de Avata Hispania y asociada con su marido Alejandro Rancho Tras esta difícil experiencia decidieron poner en marcha una empresa capaz de defender los derechos de las víctimas indefensas ante las compañías de seguros, pilar que sostiene la base de Avata Hispania, que vio la luz el viernes. Una empresa que trabaja con fondos propios, sin ningún tipo de ayudas más que las subvenciones. La empresa está en contra de todo lo establecido. «Nosotros vemos el lado humano del siniestro frente a números de expedientes que es lo que nos ofrecen las compañías de seguros», aseguró Eva María. Entre sus servicios ofrecen los mejores abogados, procuradores, asesores laborales, psicólogos, médicos y peritos de daños materiales. Todos ellos a elección de la víctima. Además de avalar las operaciones al precio que sea y con quien sea, para luchar, posteriormente por una indemnización justa. «Juegan contigo económicamente. El seguro quiere cobrar, no te quiere ayudar», asegura la empresaria. «Somos pioneros en León, y creemos que también en toda España». Con estas palabras se ponen al frente de una empresa que supone un reto frente a las compañías aseguradoras. «Es la gente la que nos ha arrastrado a abrir, ya que desde que tuvimos el accidente, hemos aconsejado a nuestros amigos y conocidos cuando han tenido problemas de este tipo. Y fue tanta le gente que acudió a nosotros, 60 personas, que decidimos formar esta empresa para dirigirnos a un mayor público», confirmaron los dos socios. Tras la apertura de la empresa aseguran: «Ahora nuestro objetivo es conseguir una cartera amplia de clientes para hacer fuerza ante los seguros». Y para conseguirla, proporcionan una serie de ventajas a sus abonados: asistencia de un abogado las 24 horas del día y los 365 días del año, consulta gratuita a un abogado, acerca de cualquier duda, una vez al año, asesoramiento del seguro a contratar, auditoría de los seguros ya existentes, asistencia médica, transporte sanitario y la asitencia jurídica se prestará siempre que sea necesaria, sin ningún tipo de provisión de fondos. Todas estas ventajas por una cuota mínima de 36 euros al año, con un beneficio del 10% de la indemnización en caso de obtenerla. «Si no conseguimos la indemnización, no cobramos», aseguró Alejandro. La empresa se presenta bajo el lema la tranquilidad de estar en buena manos, ofreciendo llevar las negociaciones con el seguro de la víctima o los trámites jurídicos, en caso de que los haya, y así, evitar el mal trago a las víctimas, cuya única función es recuperarse del accidente: «Nosotros seguimos la evolución del paciente, nos precupa su salud y por eso luchamos para que el afectado tenga los mejores medios para su recuperación y obtenga la más justa indemnización».