El herido reclama 132.000 euros porque recibió una puñalada que le dejó sin movilidad el brazo derecho
Admite que dejó inválido al amante de su esposa un día de borrachera
El juzgado de lo Penal número 2 dejó ayer visto para sentencia el caso contra J.A.P.M., un hombre de 50 años que agredió con una navaja al ama
J.A.P.M., el acusado de atacar con una navaja al amante de su esposa hace cinco años, reconoció ayer ante la jueza del Penal número 2 de León que si había atacado a J.J.B.B. fue porque estaba sumido en un estado de nerviosismo y obsesión por la posible separación de su mujer. Según explicó los hechos, sabía que su matrimonio hacía aguas y que su esposa se iba a marchar con J.J.B.B., lo que le generó un estado de ansiedad. El día de los hechos, había estado bebiendo, además, según reconoció, y por azar se encontró en la carretera con el amante de su mujer cuando ambos circulaban en sus vehículos. Hubo un intercambio de ráfagas de luces y detuvieron los automóviles. En un arranque, según dijo, recogió una pequeña navaja que utilizaba con frecuencia para partir los alimentos durante los descansos del trabajo y se la clavó en el brazo derecho a J.J.B.B. «casi de forma fortuita», indicó. Después, fueron andando hasta el ambulatorio para que le curaran la herida. La lesión se complicó, ya que el filo de la navaja le afectó al nervio cubital, y el agredido tardó tres años en curarse. Como secuela, ha perdido la movilidad del brazo, lo que ha supuesto que consiga una invalidez permanente total y que se jubilara de la empresa en la que trabajaba realizando envases. El acusado explicó que se acordaba poco de cómo ocurrió la agresión, por su estado de «embriaguez». El fiscal solicita una pena de dos años de cárcel por un delito de lesiones y 84.141 euros (14 millones de pesetas) para indemnizar al agredido y al Insalud. La acusación particular, ejercida por el afectado, eleva a tres la petición de penas de prisión y a 132.000 euros (22 millones de pesetas) la multa económica. Por su parte, el abogado defensor, Aláez Aláez, reclama la libre absolución de J.A.P.M., un minero de 50 años, por considerar que actuó bajo la eximente de bebidas alcohólicas y obcecación transitoria al saber que iba a perder a su mujer y que ella prefería al otro hombre. El juzgado de lo Penal número 2 de León dejó ayer visto para sentencia el asunto, que ha tardado cinco años en llegar al tribunal.