Las prácticas se realizarán con casos reales

Los métodos de formación incluyen prácticas externas que comportarán que el alumno se traslade al lugar donde se va a desarrollar el acto procesal o cualquier otra actuación jurídica bien sea en la prisión, en la notaría , en el registro, etcétera. Éstas serán previamente preparadas por los estudiantes y el profesor. Las prácticas concluirán con una valoración y análisis de la misma a cargo del responsable. Para acercarles al mundo laboral existen también casos prácticos en los que tendrán que tratar procesos reales, extraídos del despacho o del juzgado, que son propuestos a los alumnos para que ejerciten su creatividad y apliquen sus conocimientos teóricos, que han aprendido en la Universidad. Las simulaciones culminan la formación de la actuación profesional, pues en ellas se pide que desarrollen el roll como demandante, demandado, defensa y acusación. Así el que está dentro del programa se acerca más al ejercicio real. Otra actividad será que todos actúen como adjuntos a los letrados que prestan servicios en el turno de oficio y asistencia al detenido. Para llevar a cabo todos estos proyectos se necesita la participación de 43 profesores que van a tocar todas las especialidades. «Hay que dar 500 horas lectivas pero que se superan solamente con las prácticas», comentó José Luis Merino. Los que impartirán las clases, que no son profesionales de la docencia pero si de la justicia, enseñarán a trabajar a los licenciados.