La Junta apuesta por «cero residuos» en las empresas
Suárez Quiñones pasa revista al plan de reciclaje de Mercadona
El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez Quiñones, pudo conocer ayer de primera mano el ambicioso reto que está detrás de la llamada Estrategia 6.25, una iniciativa que impulsa Mercadona y que busca reducir para el año 2025 el 25% de los plásticos que se generan en sus establecimientos, reciclar todos sus residuos plásticos y convertir en reciclables sus envases de este material. Durante una visita al supermercado de Mercadona en el centro comercial León Plaza, Suárez Quiñones recordó la entrada en vigor desde el pasado 1 de enero de la prohibición de entregar al consumidor bolsas de plástico ligeras y muy ligeras, excepto si son de plástico compostable y animó a las empresas a sumarse a los códigos de buenas prácticas para llegar a conseguir «cero residuos». La Junta trabaja en una ley de Cambio Climático en Castilla y León en la que el concepto de economía circular será fundamental.
En la superficie de León Plaza, el supermercado Mercadona puso en marcha el pasado mes de noviembre esta iniciativa que, en el conjunto de España, secundan un total de 72 grandes superficies, también en las nueve provincias de Castilla y León.En este contexto, según los datos estadísticos del año 2019, en Castilla y León se reciclaron más de 22.000 toneladas de residuos plásticos, más de 30.000 toneladas de papel y cartón, más de 11.000 toneladas de metales y casi 51.000 toneladas de vidrio. En todas estas acciones de reciclaje, la Comunidad de Castilla y León ha alcanzado porcentualmente los objetivos legales de tasa de reciclado marcados por la normativa europea y nacional.
Poco después de las diez de la mañana, Suárez Quiñones recorrió el Mercadona de León Plaza para conocer de primera mano todo el circuito de reciclaje que ha activado la compañía valenciana. El consejero resaltó esta iniciativa 6.25 de Mercadona y animó a las empresas a promover energías limpias y a utilizar los recursos de manera cada vez más eficiente, hasta lograr que no haya residuos. «Hay que hacer una buena política ambiental, en la que no haya residuos, sino nuevos recursos generados del desecho de otros bienes y servicios, que esos residuos pasen a tener una segunda vida», subrayó Suárez Quiñones para incidir en que este es un reto de obligado cumplimiento y a corto plazo.
Economía circular
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente trabaja en la elaboración de la futura ley de Cambio Climático de Castilla y León, en la que la economía circular será fundamental, según avanzó el propio consejero. «Todo esto conlleva unos esfuerzos económicos de las empresas, pero tienen que verlo como una oportunidad de empleo y de nuevos modelos de negocio», ha afirmado el consejero, quien ha animado a las empresas a suscribir códigos de buenas prácticas, iniciativas ambientales generadoras de inercias de cumplimientos legales entre grupos de interés y proveedores, quienes, a su vez, trasladarán a sus clientes, y éstos a los usuarios y consumidores. «El reto principal —añadió Suárez Quiñones— es que ningún producto que se ponga en el mercado acabe en un vertedero», además de asegurar que «la economía circular no tiene marcha atrás y más, sobre todo, cuando la conciencia ambiental que hay en la sociedad es cada vez mayor».
El consejero de Fomento y Medio Ambiente recordó además en este sentido, que el pasado 1 de enero entró en vigor la prohibición de suministrar bolsas de plástico ligeras y muy ligeras al consumidor en los puntos de venta de bienes o productos, excepto si son de plástico compostable. Los comerciantes podrán optar por otros formatos de envase para sustituir las bolsas de plástico. «Tenemos que trabajar con los sectores para favorecer el eco diseño, el análisis de ciclo de vida de productos, y así avanzar en la reparación, refabricación, reutilización y, finalmente, reciclado cuando no haya otra opción», concluyó.