OPINIÓN Asun G. Puente
Barrio Sésamo y el candidato
«Krispies» supervitaminados y mineralizados debió ayer desayunar el concejal de Urbanismo antes de acudir al Pleno, a juzgar por el énfasis verbal que utilizó a la hora de defender el convenio de integración del tren y replicar una a una todas las críticas de los socialistas al documento. Después de confesarse «perplejo» tras la batería de «peros» de Alejo, espetó al portavoz de la oposición: «Usted ya no es candidato a nada y vaya papelón que le ha dejado a su sucesor con su postura ante el plan del tren; ¿cómo va explicar ahora a su partido que las opiniones del PSOE en cada lugar son distintas sobre este tema? No contento con recordarle una vez su falta de expectativas políticas, insistió: «El suyo, desde luego, es un futuro negro, no sé cómo va a salir a la calle a explicar su postura a los ciudadanos». Continuando con sus arrebatos de sarcasmo (¿o ironía?) aconsejó a Miguel Alejo que siguiera «Barrio Sésamo» al menos seis días para comprender el contenido del convenio y le acusó de «marear la perdiz con su discurso, cuando con dos minutos le sobra; ¿qué es lo que quiere ahora? ¿por qué no es bueno para León este plan? o ¿es que quiere que Fernández (ayer en el Pleno) saque peores resultados que usted?». En el capítulo de reproches, el edil de Urbanismo recordó también a Alejo: «Siempre habla de libros que me iba a regalar para leer, pero todavía no he visto ninguno» y le acusó de participar sólo «virtualmente» en el proceso del PGOU. «No se puede ir de oyente, hay que trabajar». El portavoz de la oposición, boquiabierto ante esta batería de reproches, se limitó a decir que no contestaría a Vallejo. «Sus descalificaciones son absurdas y no forman parte del debate político». Si Vallejo estaba «perplejo», Rodríguez de Francisco no iba a ser menos y confesó su «amargura infinita». Tal estado se debía a «lo pernicioso de la política, frente a la noble misión de atender a los ciudadanos». Por supuesto, sacó a colación el famoso «Plan 2002» de la UPL para defender lo mucho que ha contribuido su partido a involucrarse en la operación del tren. Claro, tampoco olvidó referirse al «Pacto por León» y a que todo esto del proyecto de integración empezó cuando «obligaron» a Arenas a firmar el documento. «Se modificaron los Presupuestos Generales del Estado para incluir una partida destinada al estudio informativo». Y para que nadie faltara, salió a colación Morano y aquella vez que intentó hacer un subterráneo para solucionar el paso a nivel de El Crucero.