Comunicaciones
El AVE que llegó de madrugada
El tren de alta velocidad acumula más de diez horas de retrasos entre León y Madrid esta semana; uno de los enlaces se completó al borde del horario de cierre de la estación leonesa
El AVE entre León y Madrid sufrió durante esta semana una distorsión del concepto de la puntualidad. Y con un desajuste exagerado, frente al rigor que suele aplicar este servicio para cumplir de forma rigurosa con el horario; a veces, con hábito suizo. No fue así el acumulado de estos días, con más de mil quinientos viajeros afectados entre una decena de trayectos en los que la hora de llegada a la estación de destino no tuvo nada que ver con la que se reflejaba en el billete.
El AVE entre Madrid y León acumuló un desvío de diez horas, con retrasos abultados en algunos trayectos, en los que completó el recorrido con más de dos horas y media de variación sobre la hora marcada para entrar en andén; culmina la cima de esa lista de desbarajustes el AVE de la noche del pasado domingo, que llegó a la estación de León cuando el reloj de los andenes estaba a punto de dar las dos de la madrugada, cuando en condiciones normales tiene reservada la vía cuatro para su entrada a las diez y veintiún minutos de la noche; más de ciento cincuenta viajeros sufrieron este anclaje, en el vértice del cierre de la estación de León, que permanece abierta en horario habitual sólo un puñado de minutos más del horario retrasado que trajo aquella unidad.
Alta demanda
Más de 1.500 viajeros se han visto afectados por las demoras en los trayectos
Otros retrasos memorables que pueden asignarse a la causa de las condiciones climatológicas por la meseta castellana y en la comunidad de Madrid se localizan en esa misma jornada, en el primer AVE que rompió el hielo tras las 48 horas de suspensión por las nevada en el centro de la península, con 92 minutos de retraso, y medio centenar de viajeros; menos, que los 115 minutos que perdió con respecto al horario previsto el tren de media tarde del domingo, en el que viajaron más de 203 viajeros, que llegaron a Chamartín cerca de las diez de la noche; la cobertura del billete fija las 19.40 horas.
En esa misma banda horaria se vieron atrapados 328 viajeros en el tren que se dejó 52 minutos en el trayecto a la capital de España; el incumplimiento de horarios se extiende también a los trenes matinales, como el del pasado martes, que abre las secuencias entre León y la capital de España a las 7.10 horas, 24 minutos más tarde de lo debido en destino, con 161 viajeros a bordo.
En medio de esta secuencia de incidentes, hubo tiempo para cambio de rama; porque la que operaba, con una avería, no podía superar los 160 kilómetros por hora. En otra ocasión, dos ramas más le bloquearon la salida de Chamartín.