El Ayuntamiento reclama a la Junta que elimine la Fundación Castilla y León

Como el gobierno de la Junta formado por PP y Ciudadanos «se comprometieron a hacer desaparecer chiringuitos y lo único que han hecho es cambiar el nombre», según ironizó la UPL, el Ayuntamiento de León aprobó ayer una moción en el Pleno para reclamar al gobierno autonómico «el cierre y desmantelamiento definitivo de la Fundación Castilla y León». El acuerdo, promovido por los leonesistas y con el apoyo del PSOE y el edil de Podemos, abunda en que «los fondos» del organismo, que «se gestionan a través de Presidencia de las Cortes, sean transmitidos a servicios sociales para incremento de las partidas presupuestarias de ayuda a los más desfavorecidos o para las pequeñas empresas afectadas por el covid 19».

La decisión se resolvió con el silencio de PP y Cs, que decidieron abstenerse sin intervenir en el debate. La voz la puso la concejala de la UPL, María Teresa González, quien recordó que la antigua Fundación Villalar «no ha cambiado su contenido de fondo», sino que, «adornado de democracia y progreso social, habla de defender una única identidad» y demuestra que «el fin adoctrinador sigue». «Se llame como se llame sigue manteniendo los mismos fines y desde hace 18 años recibe ingentes cantidades de dinero público», resumió la edil leonesista, quien insistió en que se trata de un «ejercicio de responsabilidad con el gasto público».

La concejala citó el ejemplo concreto de los «700.000 euros» que gastará la Junta para «la celebración del aniversario de la derrota de los Comuneros», en la que se incluye «una ópera que ya han dicho que se va a celebrar aquí sí o sí», a pesar de que el Ayuntamiento les ha negado la cesión del auditorio». «Es un nuevo intento de adoctrinamiento a través de la cultura para mayor gloria de la propia fundación», recalcó la representante de la UPL, quien citó que «personas destacadas y relevantes del PP», en referencia al exdiputado nacional Eduardo Fernández, han manifestado que «creer que los comuneros lucharon por algo así como el embrión de la Junta de Castilla y León es una memez de una dimensión estratosférica tan impresionante que ni el más ignorante de los políticos puede amparar».

La aprobación de la moción leonesista se cerró con el apunte de que la fundación «ha sido siempre un chiringuito de libro cuyo objetivo adoctrinador no ha funcionado». «Los hechos lo demuestran tras la aprobación de la moción de la autonomía de la Región Leonesa que alcanza casi un 50% de la población de la provincia».