Hasta el próximo vuelo

Las jornadas de cetrería se clausuraron ayer después de que, durante un fin de semana, los cetreros encandilaran a los más de 14.000 leoneses que pasaron por los terrenos en los que se desarrollaba el evento. Unas jornadas que cada año atraen a más espectadores y que aumentan en nivel. La elite mundial de este deporte se concentra durante estos días en las tierras leonesas para practicar uno de los deportes más antiguos que existen, la caza con aves. Alejandro Cuervo, gerente de Imagen León que junto con la asociación Baharí es la encargada de organizar el evento, asegura que el nivel de participación que tienen estas jornadas es ya difícil de superar por lo que los retos que se plantean para el año próximo se refieren a pequeños detalles de organización, como el aparcamiento para coches y aumentar el número de stands que participan en la feria que este año se vieron un poco afectados debido a los problemas repentinos por el cambio de ubicación. La organización ha invertido más de siete millones de pesetas para poder llevar a cabo estas octavas jornadas que congregan cada día a más interesados en este deporte. Entre ellos, un japonés que acudió a León como espectador a las jornadas y acabó pagando más de un millón y medio de pesetas por un ejemplar de águila. La niebla A pesar de la niebla que cubría ayer los cielos de León los espectadores continuaron llenando las gradas del recinto. Aunque esta niebla también dificultó enormemente la práctica de la cetrería. Algunos pájaros, desorientados por las nubes no podían recibir las llamadas de atención de los cetreros, no veían el señuelo, y más de uno terminó por perderse por los cielos leoneses. En total, cerca de diez aves no regresaron a la llamada de sus dueños durante la competición, aunque afortunadamente todas ellas retornaron posteriormente. Todos los pájaros participantes están controlados por un equipo de telemetría que permite a su dueño conocer siempre su situación.