La Virgen de la Piedad regresa a San Martín

El próximo día 26 de octubre se celebrarán los actos conmemorativos de la restauración de la Virgen de la Piedad. Una talla que ingresó en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, en Simancas, el pasado 23 de mayo después de solicitar su traslado y restauración al párroco de la iglesia de San Martín, al abad de la Real Cofradía Minerva y Veracruz. Seis meses más tarde, la imagen será recibida con todos los honores en la iglesia de San Martín con una serie de actos que consistirán en una exposición de fotografías antiguas y actuales de la Virgen de la Piedad y de caras originales del Cristo y de la propia Virgen quemadas en el incendio que tuvo lugar en esta parroquia en 1948. El alcalde de León, Mario Amilivia, será el encargado de inaugurar la muestra y participará en las alocuciones posteriores en las que intervendrán el seis del paso de La Piedad y coordinador general de la comisión, Francisco Javier Pérez; el párroco de la iglesia de San Martín, Argimiro Alonso; el abad de la cofradía, Jose Antonio Díez; la directora del Centro de Restauración de Simancas, Carmen Pérez; el cronista oficial de la ciudad, Luis Pastrana; y el catedrático de Historia, Fernando de Arvizu. Por la tarde tendrá lugar una misa y los actos concluirán con una cena de hermandad en el Hotel París. Según destacó el abad de Minerva, Jose Antonio Díez, la vuelta de La Piedad supone «un hito» para la cofradía y para la sociedad leonesa en general ya que se trata de una imagen muy querida. La restauración la han llevado a cabo Isbel Saénz de Buruaga y Pilar Vidal Meler,además de un equipo integrado por químicos, carpintero y fotógrafo. Tratamiento Se trata de una talla policromada del escultor Luis Salvador Carmona (1750) que ya fue reconstruida por el escultor Antonio Cruz Collado, en 1949, tras el incendio de año antes. Además de los estudios previos, el tratamiento de la restauración ha consistido en la consolidación y asentado de la policromía, levantada, desprendida o perdida en muchos lugares por no agarrar bien el repolicromado sobre la madera quemada. También se ha tratado el soporte, se ha limpiado, se ha realizado una labor de estucado y se ha elaborado una plataforma con asas que permite la manipulación de la imagen sin tocarla. Además, se ha realizado una vitrina para la conservación de las dos mascarillas talladas en madera que conformaban las caras originales y que después del incendio se sustituyeron por otras. Jose Antonio Díez destacó la perfección de la restauración puesto que «temíamos que no quedara igual y que la imagen no tuviera la misma expresión, sin embargo ha quedado perfecta». El presupuesto total de la restauración ha ascendido a 42.000 euros, una cantidad de la que se ha hecho cargo íntegramente la Junta de Castilla y León.