La mitad de los gimnasios tendrá que cerrar si no llegan las ayudas directas

Santiago Aparicio, presidente de Cecale, Javier Cepedano, Pedro Fernández y Mario Centeno advirtieron ayer de que más de la mitad de los gimnasios de León tendrán que cerrar si las administraciones no conceden ayudas directas al sector, según explicaron en una rueda de prensa telemática celebrada en León.

«No entendemos que se puedan abrir tiendas donde compran 30 personas a la vez y que haya que cerrar gimnasios de 1.800 metros cuadrados», lamentaron. «Se trata de un sector olvidado para las ayudas a fondo perdido y directas. Nunca hay una ventana abierta para usar por ejemplo, terrazas como la hostelería. Queremos que la Junta los tenga en cuenta para sus planes de choque y que se inyecte liquidez sin préstamos. Podrían desaparecer la gran mayoría si la Junta no presenta un plan de choque», aseguró Aparicio, que auguró un peor escenario: «El PIB caerá un 12,3%, no un 11%».

Cepedano se quejó: «Necesitamos planes de rescate sobre sectores que no hay por qué generalizar de la misma manera. Si hay un cierre tiene que haber una ayuda, porque lo necesitan y no es por capricho». Los gimnasios «tienen siempre la espada encima, se les ataca directamente y no es justo porque hay otros sectores que perjudican más a la salud. Demandamos un plan de choque bien encauzado».

Pedro Fernández recalcó la necesidad de priorizar las limitaciones de actividad: «Tenemos un 0,22% de contagios en nuestros centros. Sabemos de un caso de un infectado que iba a Pilates que no contagió a ninguno de sus compañeros. Funcionamos por meses completos y un cierre de una semana nos hunde por completo. De nada nos servirán las ayudas dentro de dos años. Nos ofrecen 3.000 euros de ayuda, que no nos paga ni la luz del mes. Estamos teniendo unas pérdidas del 70% y no queremos limosnas. No somos el problema, somos parte de la solución». Si antes de marzo no hay ayudas «cerrarán el 44% de las instalaciones del país».

Mario Centeno se sumó a los comentarios previos: «Estamos en una situación crítica pero la industria deportiva ha sido escuchada menos. Somos un sector esencial, el deporte va más allá del fútbol de los domingos en el Wanda Metropolitano, especialmente en crisis sanitaria. Trabajamos con márgenes muy reducidos. Han caído las facturaciones un 60%. Somos sensibles a las aperturas y cierres indiscriminados. Habría que estudiar cada caso más a fondo. Somos empresas familiares y vivimos más a mes. Por eso la práctica impositiva debería ser diferente», aseguró el empresario.