Aprender con la pantalla
El Gumersindo pasa los muros arqueológicos
El colegio leonés explota todas las posibilidades del Aula Virtual del Museo Arqueológico Nacional para enseñar a los alumnos de cuarto curso la influencia de los romanos
Viajar en el tiempo no es posible, por lo que experimentar lo máximo permitido se ha convertido en una herramienta clave para el aprendizaje. Da igual el objetivo o el método empleado, conseguir que los alumnos estén motivados, sean conscientes de lo que van a aprender y consigan hacerlo algo más próximo —aunque hayan pasado siglos y siglos— es fundamental para captar su atención y obtener buenos resultados. Tanto, como que los niños de cuarto curso del Gumersindo de Azcárate tengan a día de hoy un conocimiento más que destacable de los romanos después de tan sólo tres clases estudiando el tema.
La clave está en el programa que el centro ha empleado. El Gumersindo ha apostado desde hace años por incorporar las nuevas tecnologías a sus aulas y conseguir romper brechas tan sólidas como la digital. De la mano de Samsung han conseguido avanzar y el último paso ha sido visitar el Museo Arqueológico Nacional, aunque eso sí, sin salir de su clase. A través del aula virtual —gracias a las tabletas y a las gafas virtuales cedidas por la compañía tecnológica— los pequeños han ido paseando por las instalaciones conociendo las ánforas, las máscaras, las termas y la forma de vida de los romanos y su relación con León.
«Antes de que llegaran los romanos, estaban los celtas y los íberos, que después se ‘arrejuntaron’ para convertirse en los celtíberos», pero sin olvidar tampoco a «los griegos y a los fenicios». Así explican estos pequeños los antecedentes en la Península Ibérica antes de la «colonización», que no es más que cuando «los romanos llegaron por el Mediterráneo en barco, porque iban a un lugar vacío y construían ciudades». Son explicaciones de niños de 8 y 9 años que se entusiasman al hablar de aquella civilización «guerrera» que tenía un gran ejército y que tardaron «dos siglos en conquistar lo que llamaron Hispania», dice uno de ellos mientras el otro añade: «¡Eso es mucho tiempo, eh!».
Contexto histórico
«Antes de los romanos estaban los celtas y los íberos, que se ‘arrejuntaron’ como celtíberos»
Lo más cercano siempre es lo más interesante. Porque los romanos montaron en León un campamento el Legio y aunque el número no lo tienen muy claro sí son conscientes de que «reventaron la montaña de Las Médulas para extraer 5.000 toneladas de oro». Nada más y nada menos. Porque Las Médulas están «en Ponferrada» y porque «un niño con tan sólo 3 años ya trabajaba en la mina». «Se murió con cuatro años y le tallaron una escultura de piedra». Y así es la historia.
Una historia que han conocido paseando por unos pasillos situados a más de 300 kilómetros pero muy cercanos a través del aula virtual del Museo Nacional de Arqueología, que está completamente digitalizado y que permite a los alumnos, con textos adaptados a su edad, recorrer todos sus rincones y profundizar en lo que más les interesa y a los profesores adaptar y programar recorridos para desarrollar los contenidos que tengan previstos.
«Así a los niños se les queda todo mucho mejor», explican la directora del centro, Pilar Bahamonde, y Belén Montiel, la tutora de Reda, Daniel, Roaya, Brayan, Rayan, Lyam, Lucía, Mariano y Emilio, los pequeños que han estrenado esta aplicación en el Gumersindo y que, según las docentes, extenderán seguro a otros cursos por los buenos resultados.
«Con las gafas virtuales vives una experiencia que nos has vivido. ¡Es cómo si lo vivieses de verdad!», señalan estos aplicados alumnos en la historia romana, que también han podido «nadar con delfines, estar en la selva de África o visitar el campo de fútbol de Mestalla» sin salir del Gumersindo de Azcárate.
Toda una posibilidad
El aula virtual del museo permite adaptar los contenidos a cada curso con visitas de 360 grados
El responsable de Innovación y Marca y Samsung España, Miguel Ángel Ruiz, apunta que los profesores del colegio leonés «son geniales, innovadores y proactivos» y que este fue uno de los motivos por los que la compañía seleccionó a este centro para que pudieran utilizar esta aplicación, porque «los contenidos del Aula Virtual del Museo Nacional de Arqueología ayuda a hacer la clase más dinámica». Y los resultados están ahí. Los niños del Gumersindo han profundizado en una época histórica y, lo que es más, están apasionados con el tema. La aplicación permite hacer un recorrido desde la prehistoria hasta el siglo XVII en un paseo de 360 grados por las diferentes galerías de este museo.
Potencial al máximo
«Vivenciar el aprendizaje de manera directa les ayuda a despertar la curiosidad y a que investiguen»
«Vivenciar el aprendizaje de manera directa, no sólo con el aporte de imaginación que ponen los niños cuando les lees o les explicas un tema les ayuda a despertar la curiosidad, a que investiguen... a partir de una imagen o la vista ya les suscitas el interés y mucho más la imaginación. Les ha ayudado a aprender más», comentan Bahamonde y Montiel, mientras los pequeños, a su vez, explican cómo las cuádrigas se ponían a dos ruedas cuando tomaban las curvas del recinto ovalado del circo o ponen gestos para explicar las diferentes máscaras que empleaban los actores, «sólo hombres», cuando se subían al escenario del teatro.
Más allá de la «lección dormida, lección aprendida», está ahora una nueva versión del refrán: lección vivida, lección aprendida. Y eso queda patente en cómo explican y razonan las respuestas del cuestionario que tienen que completar una vez acabado el tema. Una matrícula de honor para el entusiasmo de estos alumnos que rompen todas las brechas para seguir aprendiendo.
Diferentes partes del proceso de aprendizaje con los recursos digitales que ofrece el Museo Arqueólogico Nacional, en Madrid. FERNANDO OTERO