La ausencia de asturianos, gallegos y portugueses resta un 60% de usuarios
Fieles a San Isidro, los asturianos lideran cada temporada el número de usuarios de la estación. Son más de la mitad de los que acuden a sus pistas, seguidos por los propios leoneses, con cerca del 40%, mientras que gallegos y portugueses rozan el 10%. Las restricciones obligadas por el covid y el perimetraje al que está sometida la provincia de León, además de los territorios de los visitantes de este enclave invernal, auguran ya una pérdida de esquiadores que sobrepasará el 60% con respecto a una campaña habitual con condiciones favorables de nieve y climatología. La temporada pasada, a pesar de que debió cerrar de forma precipitada por la pandemia el 12 de marzo, contabilizó el mejor dato de este enclave invernal desde la 2012/2013. Registró 132.880 usuarios, con las 95 jornadas de las instalaciones en servicio y una media de 1.400 personas diarias.
El porcentaje de pérdidas de esquiadores y amantes del snowboard en pistas será prácticamente semejante en Valle de Laciana-Leitariegos, donde los leoneses representan algo más del 40%, gallegos, asturianos y portugueses, completan el resto de la afluencia, con un 10% de otras procedencias.
En San Isidro, tanto en los alojamientos a pie de pista como en la oferta en la vertiente de Puebla de Lillo y la de Valdelugueros, gallegos y portugueses suponen prácticamente el 80% de sus huéspedes durante la temporada, por lo que su ausencia en esta campaña ha dejado sus habitaciones vacías. Lo sabe bien Natalia Castañón, al frente del hostal y restaurante Pico Agujas, (23 habitaciones y 52 plazas) en Salencias. «Nuestro público mayoritario para alojarse son ellos, también recibimos ocasionalmente gente de Madrid y Valladolid». Gestiona, igualmente, una tienda de alquiler de esquís y ropa y artículos para la nieve, además de una parrilla, en el edificio Toneo. Las pérdidas, que en su caso «van más allá del 80%», han obligado a sus negocios a prescindir de gran parte de la plantilla, de modo que de los 24 trabajadores necesarios en temporada habitual, sólo cuenta actualmente con ocho.
«Los asturianos se echan muchísimo de menos en la estación son muy constantes y fieles, tanto en invierno como en verano, porque la zona de la urbanización en San Isidro es como un pequeño pueblo y allí el grueso de los propietarios son también de Asturias», señala Castañón.
A 140 kilómetros de allí, en Villablino, el propietario del Albergue Turístico Francisco Giner de los Ríos (140 plazas), Roberto Rodríguez, asegura que sus ingresos desde octubre son cero. «No me compensa abrir con el cierre perimetral, no hay público con las provincias cerradas y en época de nieve nuestros principales clientes son los portugueses y gallegos». Otro factor que contribuye a la ruina de la temporada en su caso es la suspensión de las Escuelas de Invierno, sólo en su establecimiento el sistema semanal supone en una temporada normal seis semanas a pleno rendimiento, con un total de 330 escolares alojados a pensión completa: 1.320 desayunos, 1.980 picnis y meriendas y 3.070 comidas y cenas.
Otra evidencia de la llamativa caída en la cifra de esquiadores la revela el desplome en la venta de abonos anuales. Mientras en la temporada pasada, San Isidro sumó 2.444, esta campaña son 1.121. La ausencia de asturianos y la incertidumbre sobre el calendario de apertura por el covid explican el fenómeno. En el caso de Leitariegos, pasó de los 681 a los 378 expedidos en ésta.