El Ayuntamiento tiene libres 3,1 M€ de los los 7,8 M€ que se dejó sin ejecutar en 2020

La resta deja como saldo 7.790.000 euros. Una vez ajustados los ingresos y restados los gastos, el Ayuntamiento de León presenta según el avance del borrador un remanente de tesorería positivo correspondiente a 2020. La cuenta se materializará en el presente ejercicio. Después de 10 años en los que la administración municipal se ha visto sometida al control financiero impuesto por el Ministerio de Hacienda en época de Montoro, el consistorio podrá gastar todo este dinero, sin la obligación legal de dedicarlo a la amortización de la deuda histórica. No se lo llevarán los bancos para enjugar el debe, como ha sucedido desde 2011, dado que ya se ha bajado del 110% de endeudamiento sobre los ingresos corrientes. Ahora, la partida repercutirá en la ciudad y en el funcionamiento de la institución.

El remanente de tesorería se reparte en dos grandes grupos. El más cuantioso corresponde a los proyectos y contratos de servicios que fueron abiertos en 2020, pero que el equipo de gobierno no llegó ejecutar dentro del ejercicio. La partida suma en total 4.735.000 euros cuyo gasto está comprometido. En el listado se anotan intervenciones como la primera fase de expropiaciones de la ronda Interior, dotada con 1,7 millones de euros, o el servicio de cátering de la residencia de ancianos Virgen del Camino, ubicada en la avenida de San Mamés, para el que se reservan 425.000 euros. A mayores encuentran sustento otras actuaciones menores, además de tres cuentas en las que se ha sobrepasado el crédito que había fijado y que hay que consignar: 400.000 euros para servicios postales, 100.000 euros para el suministro de gas y 311.000 euros de otros compromisos menores cuya previsión se quedó corta.

Sin compromisos previos aparecen otros 3.055.000 euros. Su disponibilidad se debe a que no fueron necesarios para las actuaciones a las que estaban destinadas. El saldo surge principalmente del capítulo uno, en el que sobraron 1,6 millones de euros de nóminas por plazas que el Ayuntamiento tiene la obligación de consignar pero no están cubiertas; y del dos, gastos en bienes corrientes y servicios, donde ha quedado una nutrida bolsa de remanentes por contratos que no se hicieron o en los que la adjudicación se quedó por debajo de la partida presupuestada. Su volumen hizo que compensara con creces incluso los 3 millones menos que se recaudaron sobre los ingresos previstos.

El Ayuntamiento pueda contar con estos 3,055 millones para nuevos proyectos. La partida, que se suma a los 15 millones de euros de inversiones reales del presupuesto 2021, tiene que ajustarse a los criterios marcados por la disposición adicional sexta de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, en la que se reseña que sólo podrán «financiar inversiones siempre que a lo largo de la vida útil de la inversión ésta sea financieramente sostenible». El precepto hace que no se puedan construir edificios o contratar servicios que tendrán un gasto de mantenimiento para la administración.