Los emigrantes leoneses en Argentina reclaman con urgencia pensiones únicas y matrimoniales
Se fueron jóvenes con un sueño y hoy viven la vejez en penuria. Muchos de ellos no volvieron a renovar su pasaporte desde los años 50, circunstancia que les coloca en una situación burocrática de desamparo. En Argentina son inmigrantes indocume
Los centros regionales de la comunidad asentados en Argentina, agrupados en la Federación de Sociedades Castellano y Leonesas, ya se han comenzado a movilizar para gestionar el mayor número posible de pensiones no contributivas a que tienen derecho un número indeterminado de inmigrantes, según informó ayer desde Buenos Aires el secretario de este órgano, Eliseo Poza. El Consejo Laboral de la Embajada de España en Argentina dio el visto bueno a esta iniciativa el pasado fin de semana, por lo que a partir del 1 de diciembre un grupo de ocho personas formadas expresamente para este trabajo comenzará a trabajar en la gestión de las prestaciones. Los primeros casos estudiados han desvelado el gran obstáculo que tendrán que afrontar los promotores de la idea, dado que la gran mayoría de los posibles beneficiarios no tienen los papeles en regla y, en consecuencia, deberán superar primero este paso para percibir posteriormente la pensión. La estrategia para correr la voz desde Tierra de Fuego hasta Iguazú, incluido el interior de Argentina -«muchos leoneses se trasladaron a zonas remotas hace muchos años y allí se quedaron prácticamente aislados», comentó Poza-, aún no ha sido definida, pero los centros regionales admiten que llevará tiempo y un esfuerzo extraordinario. Un reflejo de la situación social y económica que sufren muchos leoneses en Argentina son las pagas que alrededor de 50 emigrantes de la provincia han ido recibiendo durante los últimos meses del dinero enviado por la Junta de Castilla y León. Pero la entrega de la ayuda ha sido una odisea. La directora general de Asuntos Europeos de Castilla y León, departamento del que ya han sido desviados 60.240 euros, desveló que el corralito y el rechazo del consulado a repartir materialmente el dinero obligó a inventarse una fórmula un tanto sui generis para que los fondos llegaran a Argentina y pudiesen ser entregados íntegramente. La Junta abrió una cuenta extranjera en el Banco Español de Crédito de Castilla y León y a continuación los beneficiarios fueron retirando el dinero individualmente. Según los datos que maneja Eliseo Poza, medio centenar de leoneses recibieron dos pagas, la primera de 125 euros (poco más de 20.000 pesetas) y la segunda, de 130 euros. «Necesidades tienen, y muchas», afirmó el secretario de la federación. Estas mismas personas tienen prometida una nueva paga antes de Navidades. Todos ellos viven con menos de 500 pesos argentinos (unas 85.000 pesetas) al mes, han nacido en Castilla y León y tienen más de 65 años. El Hospital Español de Buenos Aires, donde acuden la mayor parte de los emigrantes, también recibió hace un par de meses el envío de diez toneladas de medicamentos y material sanitario de primera necesidad enviado a través de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social. El envío está valordo en 150.000 euros y fue canalizado a través de Mensajeros de la Paz en un barco que partió del puerto de Valencia hacia Buenos Aires, explicaron fuentes de este departamento. El barco se llevó medicamentos básicos como analgésicos, corticoides, insulina y antiepilépticos, entre otros. La única vía de ayudas que ha sido apartada o, al menos, no ha sido ejecutada hasta el momento es la promesa que en su día se hizo desde la Consejería de Industria para facilitar la recolocación de los emigrantes o de sus familiares una vez que regresaran a la provincia. De momento no hay noticia de ninguna actuación. A este respecto, el secretario de la Federación de Sociedades Castellano y Leonesas en Argentina, Eliseo Poza, realizó un llamamiento para que la Administración autonómica para que muestre su voluntad de colaborar con el regreso de emigrantes y parientes de hasta segunda generación. La posibilidad de que los nietos de estos hombres y mujeres que se fueron a Argentina a mediados del pasado siglo puedan conseguir la doble nacionalidad provocará que «miles y miles» de personas harán cola para buscarse una oportunidad en España. «Hay mucha gente que está en edad de actividad y que está muy capacitada para trabajar», manifestó Poza. Se calcula que unos 17.000 hombres y mujeres de Castilla y León viven en Argentina. La historia que relaciona a León con esta república viene de lejos. Existe constancia de que durante el siglo XVIII los maragatos colonizaron la Patagonia y la Pampa. Un hombre conocido como señor Saura, originario del Bierzo, promovió los primeros movimientos migratorios hacia Río de la Plata. Los archivos históricos guardan el bando del 8 de junio de 1778 en el que se ofrecian salarios, aperos y tierras a todos aquellos maragatos que quisieran ir a poblar la Patagonia. Fruto de este trasplante demográfico iniciado en Maragatería fue la fundación de Carmen de Patagones, ciudad que todavía actualmente recuerda a la Astorga cultural, mercantil y progresista de hace dos siglos. Docenas de publicaciones y fascículos del Museo Histórico Regional Municipal de Patagones hacen referencia a esta colonización. La aportación leonesa a Argentina también toca el campo de las ideas. Un total de 70 religiosos y religiosas de la provincia se encuentran en este país llevando a cabo misiones en la educación de niños, la atención a personas enfermas, principalmente ancianos, y la promoción social de jóvenes, según los datos de la Delegación de Misiones de León. En enero de este mismo año, varios emigrantes con los que se puso en contacto este periódico coincidían en denunciar casos de familias que trabajaron de sol a sol y que ahora viven en la más absoluta pobreza, pedían ayuda a Dios y reprochaban a España su «amnesia» histórica.