«Quería ser dueña de mi tiempo y no quería tener jefe»

«Siempre he valorado mis orígenes, me siento muy orgullosa de mi familia, de los valores que me han transmitido y por supuesto, no me arrepiento de haber vuelto al pueblo», asegura Beatriz de Lera, licenciada en Química, pero que en un momento de su vida optó por volver a su localidad, Toral de los Guzmanes, e incorporarse a la empresa de sus padres, la Quesería El Palacio, «porque me identificaba con su proyecto y quería aprender con y de ellos». «Además, quería ser dueña de mi tiempo y no quería tener jefe», remarca Beatriz. Una decisión de la que no se arrepiente pero que, sin embargo, «al volver, me encontré con algunas personas —más de las que me hubiese gustado— que veían como un fracaso haber estudiado una carrera universitaria para acabar ordeñando ovejas». Respecto a su situación actual, explica que «ahora mismo estamos vendiendo los últimos quesos porque vamos a hacer un parón, y el principal motivo ha sido mi deseo de ser madre y la incompatibilidad que esto supone, sobre todo, con la ganadería»; aunque matiza: «durante un tiempo he renunciado a ser madre porque sabía que tenía que elegir entre trabajo y vida personal y por la dificultad de la conciliación con la ganadería». Por ello, reconoce que «es verdad que mis abuelas y mis padres sacaron a sus hijos adelante pero a costa de muchos sacrificios y sufrimiento». «Para mí ha sido una decisión muy difícil pero también una decisión responsable y valiente», concluye,