Paso histórico para las enfermeras al ser autorizadas a dispensar medicamentos

En un paso histórico para las enfermeras, la Junta autorizó ayer que estas profesionales puedan dispensar medicamentos a los enfermos, una cuestión reservado hasta ahora sólo a los facultativos. Lo logran, según indican, tras 16 años de intensa lucha por algo que «en esencia sólo repercute en el bienestar de los pacientes y agiliza y mejora la respuesta sanitaria ante todo tipo de problemas de salud».

No obstante, «queda mucho camino», según reconocen, porque su nueva faceta la podrán aplicar exclusivamente de momento a las curas de enfermos, al haberse publicado únicamente un protocolo a nivel nacional, el relativo a la guía de heridas, que las permite recetar hasta 35 medicamentos de esa rama, entre ellos, heparina, pomadas antibióticas, parches, apósitos para curas, nitrato de plata y combinaciones con bálsamo de Perú.

Estas profesionales ya se vienen encargando de la atención y el seguimiento de las heridas crónicas de los leoneses y las úlceras por presión. Cuando necesitan un fármaco para calmar o sanar las lesiones o para que continúe el tratamiento el afectado, las enfermeras le piden al médico las recetas. Ese proceso cambiará tras la autorización de la Junta para poder gestionar ellas mismas los medicamentos. El colectivo considera que gana «libertad y agilidad al tratar a los usuarios».

Sin embargo, las responsables de Enfermería de León matizan que para poner en marcha la dispensación de medicamentos «se necesita primero dar unos cursos de formación» y organizar la nueva tarea. El anuncio de la Dirección General de Salud Pública que las acredita como dispensadoras de fármacos se publicó ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl). Textualmente señala que las enfermeras en servicio activo dependientes de la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) pasan a estar acreditadas «para indicar, usar y autorizar la dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano relacionados con su ejercicio profesional».

El anuncio de la Consejería de Sanidad establece que se asigna a cada uno de las profesionales un código de acreditación al que se puede acceder a través del Portal de Salud de la Junta en la sección de profesionales–recursos humanos. Contra esa resolución se puede interponer un recurso de alzada en el plazo de un mes. La situación de emergencia sanitaria retrasó la aprobación de los protocolos de fármacos que podrían manejar las enfermeras. El Gobierno sólo dio el visto bueno a la guía de heridas a final de octubre de 2020, que nació de «un profundo consenso entre las organizaciones colegiales de enfermeros y de médicos, comunidades, mutualidades y los ministerios de Sanidad y Defensa». El artículo 79 del texto refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos confiere a los enfermeros la facultad para, de forma autónoma, indicar, usar y autorizar la dispensación de todos aquellos no sujetos a prescripción médica.