«Dejaremos atrás las dos Semanas Santas más duras»

Xuasús González invitó anoche a no perder el optimismo «para que cuando todo esto pase volvamos a la vida» y expresó su deseo de dejar atrás pronto «las dos Semanas Santas más duras de nuestra vida».

González pregonó la Semana Santa 2021 en un acto celebrado en el Auditorio Ciudad de León, en presencia del alcalde de la ciudad, José Antonio Diez, el obispo de León, Luis Ángel de las Heras y el presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa, Manuel Ángel Fernández. El aforo del evento fue reducido por cuestiones de seguridad sanitaria.

El pregonero se presentó «henchido y desasosegado a partes iguales por el inmenso honor y la enorme responsabilidad que supone ocupar el mismo lugar desde el que insignes personalidades han dejado momentos para la historia en los cincuenta pregones de la Semana Santa de León».

«No busquéis hoy, pues, en mis palabras, lecciones de historia, de arte, de música… o, menos aún, de teología. No lo encontraréis. Nadie soy yo para ello, vaya por delante; pero, más aún, no es esta, desde luego, la ocasión. No esperéis tampoco ese verso que nos llega como un certero flechazo directo al corazón; ni siquiera una prosa brillante. ¡Qué más quisiera yo…! Pero mis palabras no son más que un mero altavoz de un montón de sentimientos que se agolpan en mi mente, y que aguardan con nerviosismo –no sabéis cuánto– el momento de salir…», dijo al inicio.

Tuvo palabras de admiración para Carlos García Rioja «mi auténtica cruz de guía» y para su esposa Merce «la mejor horqueta para no perder el paso».

Narró después son sinsabores de la suspensión de actos del año pasado y repasó sus inicios en La Bienaventuranza y en La Horqueta. Hizo un desglose de la historia de la Semana Santa de León desde Jueves Santo de 1521 y lanzó una declaración de intenciones «para que cuando todo esto pase, volvamos a la vida».

Repasó después las principales citas de la Semana Santa de León «que este año serán distintas»y se fijó en la cita del 8 de abril de 2022, Viernes de Dolores del próximo año. «Confío en que, más pronto que tarde, llegue el momento en que podamos de nuevo pujar hombro con hombro, ocupar todos los sitios en los bancos de la iglesia –o todas las butacas de este auditorio–, abrazarnos, ‘arreglar’ la Semana Santa entre limonadas».