Convertir los locales vacíos en viviendas o el dilema de desnudar las zonas urbanas
En los últimos tres años en toda la provincia, como recuerdan desde la Cámara de la Propiedad Urbana, entre 650 y 700 negocios cada ejercicio dan de baja su contrato de alquiler en el local o la oficina que hasta ese momento ocupaban. «Con la pandemia se han cerrado no más que otros años, lo que ocurre es que esta crisis sanitaria distorsiona el mercado y paró la economía de golpe, con una caída tremenda de la actividad», enfatiza el gerente de esta entidad. Remarca que muchos cierran, otros abren cada año, «pero la falta de emprendimiento por la incertidumbre, y a la espera de la vacuna, hace que el saldo de 2020 entre aperturas y cierres fuera negativo en la provincia».
El cierre de locales comerciales desnuda las zonas urbanas y distorsiona su paisaje con espacios vacíos, y como sucede en otras ciudades abre el debate de qué hacer con este gran parque de lugares sin uso alguno. Sánchez Fraile apuesta por la reconversión de estos locales y oficinas en viviendas, siempre que las condiciones de luz, ventilación y habitabilidad lo permitan, espacios diáfanos destinados al alquiler joven para fomentar su emancipación.
El responsable del área de Comercio y miembro del comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de León, José Manuel Alonso, recuerda que una ciudad sin locales comerciales «se convierte en una ciudad apagada, sin brillo y llena de inseguridades». Ante el cierre en cadena de comercios, negocios de hostelería y oficinas por los efectos de la pandemia propone que se genere una bolsa de locales para que al menos durante cinco años no puedan convertirse en viviendas. «No se pueden transformar en viviendas de hoy para mañana. La bolsa permitiría acceder a locales con alquileres más ajustados a precio de mercado en cada zona, siempre y cuando se reúnan unos requisitos».
Los arquitectos de León no están de acuerdo con seguir la tendencia de convertir locales vacíos en viviendas. «En León ya existe mucha vivienda, un gran mercado de pisos que pueden reformarse a igual precio que saldrían estos locales y dispones de una casa», recalca Francisco González Fernández, secretario de la Delegación de León del Colegio Oficial de Arquitectos.
De todas formas, aclara que la normativa urbanística actual de la capital no permite la conversión de locales en viviendas y que para ello sería precisa la modificación del PGOU. Únicamente, en el casco antiguo se permiten usos residenciales en la planta baja, además de en las pedanías y barrios como Armunia. El futuro del urbanismo, señala, pasa por lo que se conoce como ‘ciudad de 15 minutos’: más peatonal, sostenible y de consumo cercano. La proximidad de los servicios es la clave.