Sanidad relaja las medidas para el acompañamiento de pacientes

La Junta anunció ayer la «relajación de las restricciones» de visitas y acompañamiento de pacientes en centros de salud y hospitales adoptadas dentro de su «plan de humanización ante la pandemia». La Gerencia de Salud explicó que «se va a regular de manera que, en general y salvo las excepciones señaladas de vulnerabilidad, se permita un acompañante por paciente, y a ser posible que sea conviviente», además de que se intente que se trate de «siempre de la misma persona o, al menos, que se limite el intercambio entre familiares o allegados lo máximo posible». Además, «se procurará también que sea menor de 65 años y que no pertenezca a grupos de riesgo».

Las instrucciones marcan que, «en el caso de hospitalización de pacientes en zona covid, será el personal sanitario quien establezca medidas de acompañamiento determinadas cuando se den, a su juicio, condiciones especiales». En cambio, en los hospitalizados sin el virus «se limitan las visitas y acompañamiento al familiar ‘tipo’ mencionado, con un horario determinado y conocido desde el ingreso», a la vez que se «alternará en el caso de habitaciones con más de una cama para evitar que coincidan visitantes de pacientes distintos». En el caso de las «consultas externas hospitalarias y en centros de salud, en general se facilitará el acompañamiento de un familiar», detallaron desde la Gerencia.

Para «evitar la soledad de los pacientes en cuidados críticos, un objetivo prioritario dentro de las estrategias de humanización de Sacyl», según recalcaron, «se valorará de forma individualizada la situación del acompañante en relación con el covid, y será el médico quien autorice o no». Más flexibilidad habrá en Urgencias, donde «en general se facilitará el acompañamiento de los pacientes en zonas no covid por un acompañante durante su estancia», mientras que «en las zonas covid será el personal sanitario que atiende directamente al paciente quien establezca medidas».

Como «apartado especial» se reseñan «las medidas de acompañamiento de los pacientes en situación de mal pronóstico inmediato y final de la vida». En aquellas «situaciones en que, debido a su estado crítico, se prevea el fallecimiento próximo de algún paciente, los profesionales responsables de su asistencia deben facilitar el acceso de sus familiares y/o allegados para acompañarlo y evitar su fallecimiento en soledad». En todo caso, apostillan, «se debe respetar la premisa de que, siempre que sea posible, los familiares serán de primer grado».