Los productos rescatados de la basura y la energía generada le reportan 3 M€ a Gersul

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Materiales reciclables, compost, biogás y energía eléctrica, todos ellos residuos salvados entre la basura o transformados a través de los desechos que llegan cada día al complejo del CTR de San Román de la Vega y sus plantas de clasificación de envases de la capital y Ponferrada, vuelven al mercado y permiten a Gersul unos ingresos anuales que revierten en el propio sistema provincial. En 2020 la venta de estos productos y la energía reportó a las arcas del consorcio prácticamente tres millones de euros. El pasado año, logró reciclar 31.553 toneladas de subproductos de entre las 187.703 de residuos domésticos generados por los vecinos de los 211 municipios de León.

En las vías de entrada de la basura domiciliaria, a través delcontenedor verde (residuos mezclados) los habitantes de la provincia sumaron allí con sus bolsas un total de 173.959 toneladas. Mientras que el resto de los desechos computados en el complejo de San Román durante el año pasado procedieron de la entrega de envases (5.723 toneladas) y de residuos voluminosos, como enseres o restos de podas, según datos facilitados por Gersul a este periódico.

La generación de energía eléctrica, a través del biogás generado con la basura depositada en el viejo vaso ya cerrado y de los digestores de biometanización, permitieron alcanzar en 2020 algo más de nueve millones de kilovatios/hora. Precisamente, un 65% de esta energía fue utilizada para la alimentación eléctrica de las propias instalaciones del complejo, mientras que el 35% restante llegó a la red eléctrica general y supuso para Gersul unos ingresos cercanos a los 362.000 euros. Para conseguir la generación de esta energía, la planta recurrió a algo más de 5,4 millones de kilos de residuos: 5.073.340 de ellos con la explotación del viejo vaso.

Allí hay depositados, enterrados y sellados 1,8 millones de metros cúbicos de residuos (más de 1,5 millones de toneladas), acumulados desde que comenzó a arrojarse la basura en este vaso con la inauguración del CTR en el otoño de 2004. Este vertedero del complejo —colmatado en mayo de 2018, instante en que comenzó a funcionar el segundo— inició en ese momento su máximo rendimiento en la generación de biogás por la saturación y compactación de los desechos a través del proceso de sellado. En aquel entonces, la estimación realizada para esta misión se fijó en cinco años. A partir de ese horizonte acelerará su etapa de inertización y a los veinte años toda la masa de residuos se habrá convertido en un cúmulo arenoso. Su periodo de mantenimiento obligatorio seguirá hasta los treinta, tal y como obliga la Ley.

La falta de eficacia en las labores de reciclaje del complejo de San Román, sin poder conseguir aún los ratios estimados provocó que el vertedero inicial tuviera que sellarse, por colmatación, ocho años antes de lo previsto. Deberían depositarse en el vaso, tanto en el antiguo como en el nuevo, el 37,5% de la totalidad de los residuos que llegan al CTR, pero la realidad es que allí acaban cerca del 70%.

El tratamiento de los residuos que generan los 456.723 leoneses que residen en la provincia, asciende, de acuerdo a las últimas cifras facilitadas por Gersul, a 14,2 millones de euros. Fue la cantidad facturada por la UTE Legio VII (la adjudicataria de la gestión del sistema) por los conceptos de canon de explotación del servicio y canon de inversión. Los dos suman 11,8 millones, a esta cantidad debe añadirse también el coste de la eliminación de los residuos en el vertedero y la ecotasa por eliminación —fijada por la Junta— y que supone 2,4 millones de euros al año por ambos conceptos. «El coste de explotación total, incluidos ecotasas e impuestos, supone 14,2 millones», apunta Gersul.