La hostelería facturó un 70% menos esta Semana Santa por las restricciones

El balance que hacen los hosteleros leoneses de la Semana Santa «no puede ser positivo». Los ingresos generados durante estos días están muy lejos de los que se registraban antes de la pandemia. De hecho, la facturación de bares y restaurantes «cayó un 70% respecto a 2019 —el año pasado estuvieron cerrados—», a pesar de que aumentó el consumo, sobre todo desde el Jueves Santo, y la meteorología no fue tan adversa como se preveía.

«Es muy difícil trabajar con la Comunidad confinada, los aforos limitados y el toque de queda a las diez de la noche», analizó ayer el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, Martín Méndez, quien criticó las medidas de la Junta y la falta de apoyos del Gobierno. «Nos están llevando a la ruina. Seguimos siendo los culpables de los contagios cuando no hay ningún estudio científico que lo demuestre», reprochó. También se quejó de los malos augurios que anunciaban trombas de agua durante las jornadas festivas. «Otra vez no han acertado y eso condiciona a la gente, que, en muchos casos, decidió no moverse», subrayó.

Lamentó igualmente que desde la Administración autonómica les hayan puesto encima «una espada de Damocles» con la amenaza de cierre si el municipio supera los 150 casos por cada 100.000 habitantes, «cuando en Navidad el listón lo situaron en 400 casos», ironizó Martín Méndez, que no entiende este cambio de criterio, sin ninguna base que lo justifique y que genera mucha «inseguridad» entre uno de los colectivos más dañados por la crisis del covid.

«Es muy difícil gestionar una emergencia sanitaria como esta, pero todas las medidas tan restrictivas que llevamos sufriendo durante meses no han servido para nada», avisó el presidente de Hostelería León, que alude a los datos que arroja la Comunidad de Madrid, mucho más laxa que Castilla y León en cuanto a las limitaciones. «Los negocios allí llevan abiertos mucho tiempo y la curva de contagios prácticamente es calcada al resto», justificó.

En este sentido, reiteró que la hostelería no puede ser la que pague la factura económica que arroja el covid y reclamó al respecto un plan de actuación homogéneo que permita reactivar al sector cuanto antes. Aunque no tiene una receta mágica, pide a los políticos que hagan «todo lo posible» para agilizar la campaña de vacunación. No ve otra solución. «Hay que dejar de gastarse el dinero en chorradas y vacunar de una forma ágil y veloz», exigió Martín Méndez, que, como el resto de compañeros, cruza los dedos para que la movilidad se recupere cuanto antes y no se pierda la campaña de verano.