La viuda reconoce su cara: «Fue él, lo tengo clarísimo»
La viuda rompió a llorar al ver las fotos del acusado y posteriormente se atrevió a mirarle a la cara en sala para contrastarlo: «Es él, lo tengo clarísimo», dijo, pese a que ahora el procesado usa gafas y luce otro corte de pelo.
Reconoció que no olvidará nunca la cara de la persona que cometió el crimen y posteriormente identificó perfectamente su vestimenta. Rememoró la escena del asesinato: «Nunca pensé que hubiera apuñalado a mi marido, él era muy pacífico y no se resistió. Yo estaba cagada y tampoco me opuse. Cuando salió corriendo y nos quedamos solos, pregunté a mi marido si le había hecho algo y sólo pudo decir: ‘Me pinchó’».
La fiscal fue muy contundente en su exposición inicial: «La justicia en términos generales no existe y lo único que está claro es que en el juicio no vamos a poder escuchar al fallecido. Por eso les pido un veredicto de culpabilidad, porque podría habernos pasado a cualquiera de nosotros. Fue un asesinato vil». Incluyó al sospechoso en el grupo de lo que ella denominó «los sin alma», porque «es una persona normal pero no le importó matar. Miente más que habla y su abogada ha intentado retrasar la causa todo lo que ha podido».