Adif acalla las críticas por el trasvase de agua de la Variante con más sondeos

Una constante e ininterrumpida corriente de agua procedente de acuíferos, fuentes, arroyos y capas subterráneas de los municipios de La Pola de Gordón y Villamanín continúa secándolos en su viaje hacia el Principado. Las obras de los túneles de la Variante de Pajares han provocado un ya incalculable trasvase de agua de León a Asturias, con daños constatados desde 2006. Ahora Adif (responsable de esta infraestructura ferroviaria bajo la Cordillera Cantábrica) ha decidido que volverá a inspeccionar sobre el terreno los efectos de este desastre medioambiental. Anuncia la realización de nuevos sondeos en ambos municipios para comprobar in situ este trasvase, a través del análisis de la capa freática en distintos momentos del año (invierno y verano, principalmente), con el objetivo de observar cómo baja el nivel por las pérdidas en un espacio, además, enclavado en plena Red Natura 2000 y protegido por la Unesco con el sello Reserva de la Biosfera.

Estos nuevos sondeos —un total de 24, una docena en cada municipio entre este año y el que viene— se sumarán a los ya realizados cuando la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ordenó a Adif en 2016 que presentara un inventario de cauces y manantiales afectados ante el trasvase de agua a Asturias por efecto de las obras de los túneles del Pajares. Un asunto por el que Adif fue multado al presentar este documento fuera de plazo.

Un compromiso comunicado ayer a los alcaldes de ambos municipios, en presencia también del presidente de la Diputación, Eduardo Morán, auspiciador del encuentro telemático entre las partes, después de que semanas atrás se comprometiera ante los dos regidores socialistas a esta reunión con Adif. Los afectados han cifrado siempre en 350 litros de agua por segundo la fuga hacia la cuenca del Huerna, en Asturias. Con cálculos que estiman que la cantidad global anual perdida podría abastecer las necesidades hídricas —durante el mismo periodo— en una ciudad de 200.000 habitantes.

La reivindicación común ayer demandó la restauración de todos los daños medioambientales causados por las obras de los túneles de Pajares. En el Ayuntamiento de La Pola de Gordón incidieron también en un caso paradigmático para el municipio por los daños sufridos por el trasvase: la falta de agua en Paradilla, que en verano obliga a suministrar a la población a través de cubas. El primer teniente de alcalde, Antonio García Arias, quien acompañó a la alcaldesa en el encuentro digital con Adif, explicó tras la reunión que presentaron los dos proyectos que tienen para que este pueblo tenga suministro de agua de forma permanente y sin restricciones. Adif comprometió una visita de sus técnicos sobre el terreno y escuchó la petición para la financiación de uno de estos proyectos.

«Queremos relanzar el turismo como motor económico del municipio y el caso de Paradilla es un emblema», aseguró el teniente de alcalde, quien manifestó además que ya han tenido que denegar licencias para casas rurales y viviendas allí por falta de agua.

La Pola también quiere que Adif pague las licencias de obras por los dos helipuertos que construirá en el municipio, como soporte aéreo en caso de emergencia en los túneles, al igual que la declaración responsable de obra en el caso de los doce sondeos que realizará en el municipio.

En el Ayuntamiento de Villamanín los sondeos serán doce. «Adif ya tiene marcadas las zonas donde creen que hay pérdidas de agua», indicó el alcalde. José Luis García Oblanca expuso a los responsables de Adif presentes los fallos de dos obras acometidas por esta entidad pública, dependiente de Fomento, para que las poblaciones afectadas por pérdida de agua —Ventosilla y Rodiezmo— tuvieran suministro, así como la ejecutada en el pueblo de Casares. «Insistían en que el Bernesga no estaba afectado por las fugas y lo está también de forma indirecta».