Luz verde al centro de ciberseguridad europeo en Bucarest

Los Veintisiete dieron ayer luz verde a la regulación para establecer el nuevo centro europeo de Ciberseguridad de la Unión Europea que tendrá su sede en Bucarest, una institución a la que también optó León. Así se cierra el proceso en el que la capital leonesa, con el apoyo del Gobierno y el Incibe como respaldo, aspiró a acoger el Centro Europeo de Competencia Industrial, Tecnológica y de Investigación en Ciberseguridad que trabajará en coordinación con la Agencia Europea de Seguridad de las Redes y de la Información, situada en Grecia.

Con el nuevo centro, Europa quiere mejorar la coordinación en la investigación y la innovación en el campo de la ciberseguridad, un sector emergente mueve un mercado de 600.000 millones y se espera que en los próximos años crezca de media un 17% en términos de empresas, ventas y empleo, según las estimaciones oficiales. En concreto, el centro servirá para impulsar la seguridad de internet y otras redes y sistemas de información críticos mediante el establecimiento de un centro que aúne las inversiones en investigación, tecnología y desarrollo industrial en ciberseguridad.

«Jugará un papel clave en ayudar a la seguridad de la infraestructura digital que muchos usamos cada día para nuestro trabajo y ocio, así como los sistemas y redes de información como los sistemas sanitarios, de transporte, bancario y los mercados financieros», según indican desde la secretaria estado de presidencia portuguesa, Mariana Vieira da Silva.

Importador de recursos

El pasado mes de diciembre, la capital rumana se hizo con la sede del nuevo organismo frente a la candidatura de Bruselas. León quedó descartada junto a otra media docena de ciudades en una primera ronda. La legislación relativa al nuevo centro deberá ser adoptada por el Parlamento Europeo en segunda lectura antes de ser publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea. En la pugna por acoger este centro estaban, además de Bucarest y León, las capitales de Luxemburgo, Bélgica, y Lituania, además de una ciudad polaca. Hasta ahora, Europa es un importador neto de productos y soluciones en materia de ciberseguridad y depende en gran medida de proveedores de otros continentes.