El Gobierno utiliza la despoblación de Cuenca para llevar el centro de estudios penitenciarios
Interior comprometió el proyecto para León hace 20 años pero lo aparcó tras la crisis de 2008
León ha salido derrotada en una nueva carrera. La ciudad de Cuenca albergará finalmente la sede del Centro de Estudios Penitenciarios en la que se impartirá la formación de los profesionales de Prisiones, elegida entre cinco candidaturas entre las que estaba León. El Ministerio del Interior tenía una deuda con la ciudad respecto a este centro desde hace dos decenios. El Gobierno fijó León como destino de esta academia y parecía que se había recuperado tras las gestiones del PSOE leonés, que han resultado infructuosas una vez más, ya que en los años sucesivos a la crisis de 2008 el proyecto tuvo que ser aparcado. Convertir viejas instalaciones carcelarias de la ciudad en un centro de referencia para formar a personal de la Administración Penitenciaria era la aspiración que se cortaba de raíz ayer en el Congreso de los Diputados.
El anuncio lo hacía el secretario general de Instituciones Penitenciarias (IIPP), Ángel Luis Ortiz, durante su comparecencia ante la Comisión de Interior para informar de las actuaciones generales de su departamento. Ortiz agradeció al resto de ciudades candidatas —además de Burgos, Segovia y Santander— los «magníficos proyectos» que han presentado. Pero la decisión de elegir Cuenca se ha tomado, dijo, tras el estudio «minucioso» de los técnicos de la administración penitenciaria para dar cumplimiento a la proposición no de ley que hace unos meses instaba a la creación del centro.
En esa decisión «muy difícil y muy meditada», pesó la oferta en infraestructuras presentada por la ciudad castellano-manchega: el centro contará con la residencia universitaria María de Molina y con el complejo en el que se encuentra ubicado el colegio San Julián. En el caso de León, la Universidad también se había involucrado y sopesaba la creación de estudios vinculados al sector de la seguridad, con otro exponente en el Incibe. Se valoró, además, la posibilidad de que puedan utilizarse también las dependencias de la Universidad de Castilla-La Mancha, unas instalaciones que, según Ortiz, «se adaptan a las necesidades que tiene la administración penitenciaria». «Otra razón de peso ha sido la circunstancia, recientemente reconocida por la Comisión Europea, de que Cuenca y su provincia son dos de las zonas más despobladas de nuestro país», concluyó el socialista. La sangría poblacional de León no fue suficiente.
