Primero de Mayo
La crisis amenaza 11.500 empleos y arrincona a León
La provincia afronta el Primero de Mayo con la tasa de actividad más baja del país; hay 33.657 parados, 7.344 trabajadores en Erte y 4.000 autónomos que cobran ayudas
León afronta el Primero de Mayo asediada por una crisis sin precedentes, con el paro disparado y miles de trabajadores afectados aún por expedientes de regulación temporal de empleo que amenazan la continuidad de sus contratos. Hay, además, 400 empresas menos que antes de la pandemia y si las restricciones permanecen en verano miles de autónomos bajarán la persiana. Muchos ya lo han hecho. Por si fuera poco, el 82% de los acuerdos que se firman son temporales y más de la mitad de los desempleados supera los 45 años. Sobran, por tanto, los motivos que alientan la manifestación que han convocado por el Día Internacional de los Trabajadores Comisiones Obreras y UGT. Saldrán a las doce de la mañana desde la sede de los sindicatos en Gran Vía de San Marcos. Tan solo recorrerán un pequeño tramo de la calle, hasta Santo Domingo, para cumplir con las medidas aprobadas por las autoridades sanitarias. Leerán el manifiesto en Botines. Todos los indicadores certifican la decadencia económica de León.
La tasa de actividad más baja de España mengua el mercado laboral
León registró en el primer trimestre del año la tasa de actividad más baja de toda España, junto a la de Orense. Tan solo el 49,94% de la población —193.700 personas— está en disposición de incorporarse al mercado laboral. Es uno de los principales problemas que arrastra la provincia, que dejó atrás el máximo histórico de 223.000 activos. También los ocupados han seguido una senda análoga, desde los 201.600 de mediados de 2007 a los 166.300 del primer trimestre de 2021, según los datos de la última EPA. La ausencia de industria condena además a la diáspora a los más jóvenes, los peor parados, junto a las mujeres.
Más de 33.000 parados y 7.344 leoneses que continúan en un Erte
Marzo dejó en la provincia 33.657 parados, 1.016 menos que en febrero, cuando se alcanzó la cifra de desempleados más alta de toda la pandemia. En ese mes había 34.673 personas inscritas en la lista del Sepe. Un año antes, cuando no existía ningún tipo de limitación, León registró 29.482 parados. La crisis derivada del coronavirus ha destruido 7.900 puestos de trabajo desde el confinamiento. La hostelería y el comercio son los sectores más dañados. Todavía hay 7.344 trabajadores que continúan inmersos en un Erte, vigentes, de momento, hasta finales de mayo. No computan como desempleados a pesar de que en muchos casos perciben todos sus ingresos de la caja pública porque tienen toda la jornada suspendida por el desplome del consumo.
El número de pensionistas y subsidiados supera al de ocupados
León tiene ya más pensionistas y perceptores de una prestación pública que población ocupada. A finales del mes de abril, según los datos de la Seguridad Social, la provincia contaba con 140.448 pensionistas y más de 33.000 parados —el balance de abril sale la próxima semana—. En cambio, tan solo tiene en estos momentos 166.300 ocupados cuando en septiembre de 2019 anotó en la estadística 184.900.
Casi 400 empresas menos por el impacto de la crisis sanitaria
Cientos de empresas han cerrado por la pandemia, incapaces de sobrevivir a la crisis del covid sin las ayudas prometidas por el Gobierno y el resto de las administraciones. La provincia ha perdido en el último año 395 sociedades, al pasar de las 12.592 de febrero de 2020 a las 12.197 del mes pasado, según el registro de la Seguridad Social. Otra vez es el sector servicios el más perjudicado, con 432 licencias menos.
Más de 4.000 autónomos dependen de las ayudas públicas
A los más de 33.000 parados que tiene la provincia, y los 7.344 trabajadores en Erte, hay que añadir los 4.134 autónomos que ayer cobraron la prestación pública por el cese de actividad o por una caída de los ingresos por encima de la mitad de lo que facturaban hace un año. Son más del 10 por ciento del colectivo. Y eso que muchas de las solicitudes son rechazadas porque no cumplen la larga lista de requisitos.
Los menores de 25 años apenas encuentran oportunidades
El impacto laboral de la pandemia lo sufren especialmente los menores de 25 años. Fueron los que primero perdieron su trabajo cuando la emergencia sanitaria estaba en una fase incipiente y es en ese tramo de edad donde más contratos temporales se firman. Superan el 90% de los acuerdos. Ambas circunstancias disparan la tasa de paro juvenil por encima del 37%, trece puntos más que en 2019.
Aumenta la pobreza y el IMV apenas llega a dos mil hogares leoneses
La crisis derivada del covid ha incrementado los niveles de riesgo de pobreza, que ya eran muy altos después de la crisis de 2008. El número de hogares con todos sus miembros en paro no deja de crecer: casi 30.000 más en el primer trimestre del año —no hay datos por provincias—. En total hay 1.226.200 familias en esta situación, la cifra más alta desde el primer trimestre de 2018. Algo más de 2.000 familias cobran el IMV.
Más de 200 millones perdidos
El turismo es uno de los principales motores de una provincia que adolece de un tejido industrial fuerte para amortiguar los efectos de la pandemia sobre el sector servicios. El confinamiento de la población y, sobre todo, el cierre de las fronteras de la Comunidad dejan ya un agujero en las arcas superior a los doscientos millones de euros. El año pasado vinieron un millón de turistas menos.
Un horizonte sin perspectivas ni proyectos importantes
La decadencia de la provincia contrasta con la ausencia de planes por parte de las administraciones competentes para corregir los desequilibrios territoriales que arrinconan a León, con una población muy envejecida y cada días con menos jóvenes.