La construcción «supera la crisis» y se ve capaz de absorber todo el desempleo

La construcción ha «superado la crisis» derivada de la pandemia y los empresarios del sector se ven capaces de «absorber a los miles de parados» que ha generado la emergencia sanitaria. Necesitan mano de obra «cualificada», sobre todo «jóvenes y mujeres» que garanticen el relevo generacional de plantillas muy envejecidas. Lo subrayaron ayer desde la Fele nada más terminar la asamblea anual de la Asociación Leonesa de Edificación y Obra Pública, que clausuró el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, Pedro Fernández Alén, quien subrayó que esta actividad tirará a «corto plazo» de la economía y el empleo.

«La construcción ha tenido la capacidad de adaptarse al nuevo contexto y en el mes de noviembre del año pasado ya habíamos recuperado las cifras previas al covid», señaló. El mismo mensaje lanzó el responsable de Aleop, Juan María Vallejo, que, como el dirigente de la CNC, ve en los fondos europeos un elemento tractor de primer orden para transformar España. «Desconocemos cuál será la mecánica, pero vamos a estar encima y crearemos una oficina para que llegue a la pequeña y mediana empresa», comprometió.

Recordó al respecto que este sector da empleo a más de 11.000 personas en León y que no es ajeno al impacto de la pandemia, aunque no ha sufrido tanto como la hostelería y el comercio, ahogados por las restricciones y la caída del consumo. De hecho, en términos interanuales, tan solo se ha perdido el 3,3% del empleo que había antes de marzo de 2020 y la afiliación «ha crecido un 18%» en el último año. Ese «buen momento» por el que pasa la construcción se traduce —añadió Vallejo— en un incremento del 10% en la actividad de reforma y rehabilitación y del 3% en cuanto a las hipotecas formalizadas en el último año. Además, los 635 visados de obra nueva tramitados en León mantienen el pulso de un sector formado por más de 1.100 empresas.

No obstante, se enfrentan a restos importantes, como esa falta de personal cualificado que podría convertirse en un cuello de botella para las empresas. «La construcción ya no es la carretilla y la arena. Las máquinas son complejas. Hace veinte años estaban llenas de palancas, hoy están llenas de botones», avisó Alén, quien aseguró que esta actividad ofrece en un momento especialmente complicado una «carrera rápida y bien pagada» que puede amortiguar las altas tasas de paro juvenil, cercanas al 40%. También reclamaron desde la patronal que se modernice la Administración para canalizar de una forma «ágil» los 70.000 millones que se cargarán al plan de resiliencia europeo. Y exigen al Gobierno que no derogue la jubilación forzosa. Se comprometen a contratar a «dos o tres jóvenes» por cada trabajador que pase a la inactividad antes de los 65 años.