Laboral
Los sindicatos apuntan al «avaricioso» de Ovejero tras poner Labiana dos millones
CC OO y UGT exigen al propietario de la empresa leonesa que «cumpla» y firme el traspaso
«Avaricioso, cuatrero o mentiroso». Así definieron ayer Comisiones Obreras y UGT al propietario de la empresa leonesa Laboratorios Ovejero, al que acusan de romper de forma abrupta las negociaciones con el Grupo Labiana cuando ya estaba todo cerrado y solo 48 horas antes de firmar el contrato. Un movimiento inesperado que recrudecerá las movilizaciones de la plantilla, a la que se le adeudan diez nóminas y que ha visto como el calendario de pagos acordado con el que iba a ser el comprador es ahora papel mojado.
El lunes comenzarán una huelga indefinida hasta que Juan Pablo Ovejero «cumpla su palabra» y traspase la empresa, que arrastra problemas de liquidez desde hace tiempo. Ayer salieron a la calle para protestar contra la actitud del CEO de la farmacéutica, que tiene «una avaricia desmedida», criticó Ángel Santos, responsable de la federación de Industria en Comisiones Obreras. «Hemos visto la necesidad de movilizarnos ante los hechos tan graves que ponen en riesgo la viabilidad del laboratorio», añadió. La convocatoria de huelga cuenta con el apoyo «unánime» de los empleados.
Juan Pablo Ovejero
También cargó contra el directivo de la compañía leonesa el vicesecretario de UGT Evelio Angulo, al que le parece un simple «cuatrero» que juega con el pan de 200 familias —80 dependen del laboratorio de manera directa—. Reveló que Labiana «anticipó dos millones de euros» para reactivar la fábrica y «pagar el 50 por ciento de una de las nóminas atrasadas», pero, sin justificación aparente, Juan Pablo Ovejero, «utilizando falsedades», dio marcha atrás para negociar ahora con el Grupo Zendal, «contra el que no tenemos nada, pero han llegado tarde», subrayaron.
Además, no se fían del directivo. «Podría hacer lo mismo dentro de un mes», avisaron. Creen que detrás de todo esto subyace exclusivamente una cuestión económica porque «solo prima su interés personal», lamentó Angulo. «Siento vergüenza de Juan Pablo Ovejero, que deja a los empresarios de León por los suelos», señaló. Al mismo tiempo recordó que su «inutilidad se manifiesta en un engaño permanente no solo a Labiana, también a la Junta, a los sindicatos y a los trabajadores». De hecho —recordaron— existía igualmente un acuerdo con los acreedores que garantizaba la operación. «Este señor ha dado su palabra. No se pueden resolver los problemas de León con especímenes como este», reiteró. En este sentido, la Administración autonómica también tuvo un papel activo en las negociaciones que se han llevado a cabo durante los últimos cinco meses. A través de la Fundación Anclaje medió en el conflicto laboral, que todos daban por resuelto el pasado viernes.
En cuanto a la deuda que arrastra Laboratorios Ovejero, los representantes sindicales aclararon que sobrepasa los doce millones de euros. «A los bancos les deben 4,5 millones, a la Junta 5,6 y a los trabajadores 2,2», contabilizaron.
«Defender la industria es urgente. No podemos permitir ni un cierre más», añadió Ángel Santos durante la rueda de prensa que dieron las principales organizaciones sindicales para denunciar la situación de Ovejero. Participaron también representantes del comité de empresa y asistieron los secretarios provinciales de UGT, Enrique Reguero, y de Comisiones Obreras, Xosepe Vega.