La universidad destaca su potencial para salir de la crisis y gestionar los fondos de resiliencia

El presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades de España (Crue), José Carlos Gómez Villamandos, defiende que la financiación europea «no debe limitarse, tal y como ha previsto el Gobierno para este año, a programas de ayudas postdoctorales y al plan de digitalización» y considera que, aunque estos dos asuntos son necesarios, también advierte de que la ayuda europea «debe servir para introducir cambios estructurales y funcionales que permitan a la universidad cumplir los objetivos que la sociedad española y europea le reclama».

 Los rectores recuerdan el comunicado que enviaron a la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, y al ministro de Universidades, Manuel Castells, sus propuestas al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía del Gobierno para incluir al sistema universitario en su estrategia de reparto de los fondos europeos.

«Las universidades lideramos la transferencia del conocimiento y hemos demostrado que jugamos un papel clave en la lucha contra la pandemia del coronavirus, pero, como ya expusimos ante la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados, también pueden y deben jugar un papel clave en la transición hacia una Economía del Conocimiento y la recuperación de nuestro país», afirma Gómez Villamandos, quien espera que las propuestas de Crue sirvan al Gobierno para justificar y solicitar ante la Comisión Europea nuevos fondos en 2022.

Bajo el título Plan de participación de las universidades en el mecanismo de recuperación y resiliencia. Transformar los campus para transformar la sociedad , Crue ha elaborado una estrategia de fortalecimiento institucional de las universidades dirigida a transformar los campus universitarios en polos de desarrollo económico desde una perspectiva integral.

En este sentido, precisa que el documento se organiza en cuatro pilares complementarios y alineados con las prioridades establecidas en el plan: Ciencia y conocimiento, formación y empleo, sostenibilidad y trasformación digital e identifica los diferentes papeles que la Universidad puede jugar con los fondos.