Las ganas de cambiar de aire reactivan el turismo

El tiempo no ha sido el mejor aliado para el primer fin de semana completo sin estado de alarma. Pese a todo, el turismo ha cogido un leve impulso, aunque, como apuntaron representantes del sector turístico, el leonés que ha podido «se ha ido a ver el mar». «Este es el primer fin de semana un poco normal», señaló desde el Parador San Marcos Susana Tascón, palabras que refrendaron desde otros hoteles de la ciudad, desde donde concretaron que los primeros en llegar a León han sido los madrileños —con puente por la fiesta de San Isidro— y los asturianos, junto con visitantes llegados de otras provincias de la comunidad autónoma. Algunos de los establecimientos hoteleros han llegado incluso al 90% de su ocupación y desde recepción del Hotel Riosol, Rebeca González señaló que el hecho de que se haya levantado el estado de alarma «se ha notado muchísimo en la ocupación».

En los bares también hubo ayer más movimiento. A pesar del frío y el viento, y sobre todo la amenaza de lluvia, el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, Martín Méndez, apuntó que en las terrazas hubo «más afluencia», sobre todo por «la gente llegada de fuera» como madrileños, asturianos y vascos. De hecho, en los hoteles los gallegos también se encontraban entre los que decidieron cambiar de aires en León junto con algún andaluz que se escapó al norte o grupos de despedidas de solteros. «Se toman unos vinos y cambian de bar, pero la gente se queja de que no puede entrar al interior y el mal tiempo tampoco ha ayudado mucho», resumió Méndez.

El tránsito en las carreteras leonesas también se incrementó ligeramente en la primera parte del fin de semana, aunque las unidades de Tráfico de la Guardia Civil o los equipos de la Policía Nacional no han incrementado sus efectivos respecto a un fin de semana normal, previo a la pandemia. Pese a todo, muchos de los que cuentan con una segunda residencia en León también aprovecharon el fin del estado de alarma y el levantamiento de los cierres perimetrales para airearlas de nuevo, después de más de un año, en algunos casos, cerradas a cal y canto.

«Este fin de semana para el leonés ha sido más de playa. Llevamos mucho tiempo sin poder ver el mar», explicó el presidente de Aletur, la asociación leonesa de turismo rural, Jesús del Río, quien añadió que a las casas rurales de la provincia principalmente han llegado visitantes del resto de la comunidad autónoma, que son los que han salvado la situación a estos establecimientos durante la pandemia, y a pesar de los cambios constantes de criterios, «siempre a última hora» en función de la evolución de los casos.

Con muchos españoles ya vacunados, con muchas ganas de poder viajar tras catorce meses confinados y con una mayor apertura después de que el pasado 9 de mayo finalizase el estado de alarma provocado por la pandemia, las agencias de viajes también han empezado a recibir llamadas después de meses de parón y anulaciones. «La cosa está más animada, pero sobre todo para consultas, porque reservas pocas, pendientes de la evolución de la pandemia», explicó el presidente de la Asociación de las agencias de Viajes, Jerónimo Fernández, para añadir: «Las llamadas son ya de cara al verano y los leoneses preguntan por Baleares, Canarias, las zonas de costa o el Caribe; la gente tiene muchas ganas de playa». En sentido contrario, son los madrileños, los catalanes, los vascos y los valencianos los que ya han empezado a mirar reservas en León, «aunque siempre que las cancelaciones sean gratuita».