Infiltrados en el cielo leonés

Saltan a más de seis mil metros de altura con sus paracaídas para no ser detectados y poder infiltrarse en territorio enemigo y llevar a cabo misiones complejas o dar apoyo al resto de los grupos operativos. Esta ha sido una de las capacidades que cerca de 113 soldados de la Brigada Paracaidista, el Mando de Operaciones Especiales y la Fuerza de Guerra Naval Especial, además de equipos de la Policía Nacional, están practicando en León con integrantes de unidades similares de Estados Unidos, Francia y Portugal y que ayer completaron con un salto nocturno, antes de replegar sus equipos este viernes tras dos semanas de intensa actividad.

El Lone Paratrooper es el ejercicio que, año tras año y desde más de dos décadas, la Brigada Almogávares VI Paracaidista organiza en el Aeródromo Militar de León, con la colaboración del Ejército del Aire que este año ha aportado a la actividad dos aviones junto con uno de los helicópteros de la Policía Nacional. El comandante Rolán explicó que con esta actividad, los militares «certifican» sus capacidades durante todo un año y añadió que entre los saltos, algunos de los cuales se hacen con oxígeno por la altitud que se alcanza, tienen una navegación cercana a la media hora.

Uno de los puntos de suelta de los paracaidistas de ayer fue Quintanilla del Monte, en la zona del Órbigo, desde donde llegaron navegando a la zona de la Academia Básica del Aire, con equipos, como indicaron los integrantes del Mando de Operaciones Especiales, de más de 30 kilos de peso en el salto.

En este ejercicio, además, por primera vez, el equipo cinólogico de los boinas verdes de la Armada saltó con sus perros de ataque. Unos animales que están siendo entrenados para abordar barcos piratas en la zona de Somalia. Murdock, el soldado que forma equipo con el perro Jimmy, apuntó que hasta el próximo año no volverán a realizar un salto juntos, ya que supone mucho estrés para el can. «El equipo cinológico aporta nuevas capacidades al combate moderno y es un proceso largo en el que el perro tiene que adaptarse a la aeronave o la suspensión en el tándem», precisó el sargento primero Nano, quien avanzó que su unidad regresará el próximo año al ejercicio que se realiza en León.