El crecimiento del terraceo y la vida fuera de los bares ampliará el ruido

La pandemia, con los obligados límites de aforo y horarios en la hostelería y el temor de los ciudadanos a consumir en el interior de los locales por miedo al contagio, ha implantado otras formas de relacionarse en torno a un café, una caña con tapas, una comida o una cena. La extensión de la superficie dedicada a terrazas y la tendencia a permanecer fuera de los establecimientos —de pie o sentados— influye también necesariamente sobre el ruido en las calles y plazas, sobre todo, las más concurridas por este fenómeno. Por ahora, la contención del horario —los interiores hasta las 00.00 y las terrazas en verano hasta las 1.30 ó 2.00, según días— evitará molestias a horas más intempestivas, aunque con la flexibilización, la incidencia sonora será más evidente.

Además del número habitual de terrazas de la ciudad censadas antes de la pandemia, con la crisis sanitaria y para apoyar al sector hostelero ante las restricciones del interior de sus locales, el Ayuntamiento ha autorizado a lo largo del último año la instalación de terrazas y veladores en 611 plazas de aparcamiento. Actualmente, son 231 establecimientos los que se benefician de esta medida de apoyo al sector, de acuerdo a los datos de la institución municipal. En la zona azul la han colocado 87 locales y utilizan 243 plazas de estacionamiento. En el caso de la zona verde, suman 27 establecimientos (75 plazas de aparcamiento), mientras que en la zona no regulada han instalado sus terrazas 117 bares o restaurantes que utilizan 293 plazas. Otros 197 establecimientos de hostelería y restauración recibieron también autorización para ampliar terrazas y veladores en plazas y zonas peatonales concurridas.