Una ambulancia se lleva de un Alvia averiado durante horas a una mujer embarazada

El viaje del Alvia entre Barcelona y La Coruña se ha convertido en un suplicio para los 241 viajeros —77 de ellos con destino León— que se han quedado tirados como consecuencia de una avería en la catenaría en la salida de Miranda de Ebro sentido Bilbao. El tren se detuvo a las 14.28 horas y, según las previsiones más optimistas, podría reanudar ya la marcha para llegar a las 22,46 horas, cuando su hora de entrada en la estación de León es a las 17.30 horas, es decir, con más de cinco horas de retraso en una odisea de horas bajo un calor aplastante.

El Alvia, ante el calor que se empezó a acumular en el interior, tuvo que abrir las puertas para airear la composición dos horas después del parón. A pesar de que el incidente no provocó víctimas personales, una ambulancia se tuvo que trasladar hacia el lugar del siniestro para recoger a una mujer embarazada que empezaba a presentar problemas de salud.

Además, tras la avería producida por el pantógrafo desprendido se produjo la rotura de la luna de la cabina motriz, por lo que el tren quedó sin tensión en la vía. Al reconectarla, según ha podido saber este periódico, se produjeron fuegos en matorrales cercanos a la vía, por lo que hubo que utilizar varios extintores extraídos de los vagones. A pesar de los trabajos, un incendio se descontroló y fue necesaria la intervención de los bomberos. Hasta el lugar del suceso, donde los más de 200 pasajeros se quedaron durante horas sin confort, se trasladaron para arreglar la avería personal de Talgo, así como operarios de las instalaciones para acondicionar el material y retomar el viaje en un Alvia 626.