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El cierre de El Alba afecta a 18 trabajadores y diez menores

La Junta ya les ha comunicado que dejará de funcionar el 1 de julio

Centro de menores El Alba-Santa María, en la calle de la Serna. RAMIRO

León

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La Junta cerrará a partir del próximo 1 de julio el centro de acogida El Alba porque las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que lo gestionan, no podrán atenderlo más allá del presente curso. Esa es la justificación que da la Gerencia Territorial de Servicios Sociales en la carta que envió al comité de empresa de Sanidad y Familia e Igualdad de Oportunidades para informarle de una decisión que deja en manos de la congregación religiosa la continuidad de este servicio público. El miércoles tuvieron una reunión, tensa, en la que la Administración «no ofreció ninguna otra alternativa».

«Despiden a un técnico superior en educación infantil, a un cocinero y a dos del personal de servicio», denunciaron ayer los representantes del comité de empresa, que no entienden cómo la consejería financia a una entidad privada que ha decidido quedarse solo con una unidad de las tres que existen en la actualidad. Únicamente se hará cargo a partir del próximo mes de la casa Santa María. «Nos imponen sus condiciones, yendo un paso más allá en la privatización de servicios públicos», criticaron. El cierre de El Alba supondrá —según subrayaron— la amortización de los cuatro puestos que ocupan interinos, pero también afectará a los que aprobaron la oposición y tienen su plaza fija. De hecho, la Gerencia ya les ha comunicado que de los 18 trabajadores en plantilla tan solo se quedarán cuatro y que los otros diez tendrán que moverse a otros centros. Les han dado de plazo hasta el día 14 de este mes para que decidan dónde. Y con «peores condiciones», matizaron.

Afectados

«Echan a un técnico superior, a un cocinero y a dos trabajadores del personal de servicio»

El «desmantelamiento» —como lo califica el comité— clausurará dos unidades con capacidad para 19 menores de hasta 18 años, que hasta el momento funcionaban «durante 24 horas y los 365 días del año». A partir del 1 de julio la congregación «dejará de atender el Hogar Cuna de Urgencias», el único de estas características en la provincia y casi exclusivo de la Comunidad. Acoge a niños de hasta tres años. Solo hay uno similar en Salamanca.

«Hasta cuándo vamos a seguir con estas actitudes», se preguntan desde el comité de empresa, que ve en este movimiento «otra privatización de un servicio social público que la Junta debe dar al ciudadano», recordaron. Creen, además, que esta decisión la tiene tomada la consejería desde hace tiempo y no comparten que sea porque a El Alba no llegan ingresos de cero a tres años. «Los impiden ellos derivando a los menores a entidades privadas», reprocharon.

Tampoco saben a dónde van las «cuantiosas subvenciones» que reciben las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, de «unos 300.000 euros anuales, que dan para mantener cuatro casas de acogida si no fuera por la mala gestión de los fondos públicos», apuntaron.

Competencias

El comité de empresa exige a la Junta que asuma la gestión y dé un servicio de calidad

Consideran que con «dos o tres trabajadores más se solventarían todos los problemas» y se evitaría el cierre del centro de protección de menores El Alba, «pero prefieren dar el dinero a una orden religiosa y mirar para otro lado», lamentó el comité de empresa, que reivindica que este tipo de servicios, de titularidad pública, los asuma en su totalidad la administración competente para evitar cualquier tipo de «coacción por parte de una congregación religiosa a la que no le importa destruir empleo público», insistieron.

Consideran que esta fórmula es la que «garantiza un servicio de calidad» y revelaron que el cierre de El Alba, los despidos y el traslado de la mayoría de los trabajadores dejará la otra casa «desatendida y sin personal durante los fines de semana».

«Qué va a pasar si hay cualquier tipo de urgencia. Un niño puede ponerse malo. También afectará a la dieta, al control sanitario y a la seguridad. Eso mismo se lo trasladamos al jefe de servicio de protección al menor (Carlos Seco) en la reunión del miércoles y nos contestó que eran niños muy pequeños y que esto no es un hotel de la guía Michelín», aclaró el comité, que no ve bien que «todo quede en manos de unas monjas sin que allá un control del personal que se contrata para atender a estos niños y niñas». Actualmente hay diez menores en El Alba que «tendrán que reubicarlos en otros centros», aseguraron.