Un nuevo sistema que requiere reforzar la colaboración con los ayuntamientos
Crear puentes de unión entre Sacyl y los ayuntamientos es una meta que considera «vital» el gerente de Primaria, José Pedro Fernández Vázquez, porque el grueso de la población está envejecida y su asistencia es tanto social como sanitaria. «Ya no vale decir ésto no es mío, los traslados a esos centros son competencia de sanidad o de los ayuntamientos, porque todos debemos colaborar y reforzar el servicio real, de cercanía y eficaz a los ciudadanos». Una vez que la Junta ha dejado claro que los consultorios rurales se abrirán sólo si existe una agenda con citas previas y que se acabó el tiempo de disponer en días fijos de médicos y enfermeras, el planteamiento desde León pasa por pivotar la atención sanitaria potenciando al menos 127 consultorios estratégicamente situados que permitan optimizar los recursos. Calidad en vez de cantidad. Por eso expondrá su propuesta de reforma a los alcaldes y pedáneos para explicarles la nueva filosofía, que requiere una estrecha colaboración, sobre todo, a la hora de habilitar un transporte, mantener las estructuras y ceder trabajadores sociales para que jueguen un papel fundamental de seguimiento de los mayores pluripatológicos, les lleven medicinas, controlen sus citas médicas, su alimentación e higiene y avisen si se desestabilizan.
En ese sentido, destaca la «buena voluntad» mostrada por ayuntamientos como Crémenes y Brañuela que han comprado mini-autobuses para la asistencia sociosanitaria de su población; de La Robla, que dedicará fondos para habilitar un gran centro de salud, o Cebrones, que también invertirá en un «superconsultorio» y en un microbus.
Calidad versus cantidad
«No es cuestión de que haya más pacientes o abra más horas un consultorio, sino de atender bien a los vecinos»
En el documento del Ministerio de Sanidad para abordar la reforma de este escalón asistencial se indica que «la Atención Primaria es el eje vertebrador del sistema sanitario español y su fortalecimiento constituye uno de los retos más importantes en los próximos años». Los resultados que esperan alcanzar son de la máxima relevancia en términos de mayor prevención y diagnóstico precoz de la enfermedad, mejora de su control, años vividos con calidad de vida y bienestar, reducción de desigualdades sociales y territoriales y mejora de la eficiencia y sostenibilidad del sistema sanitario.
Por eso, la propuesta de la Gerencia de León pasa por optimizar los recursos y «que lo que pueda hacer un administrativo no lo realice una enfermera y lo que pueda hacer una enfermera no lo haga un médico», explica. El administrativo se encargaría de recibir las llamadas y citar. Si una persona avisa de que está enferma, se lo comunica a la enfermera, que acudirá al domicilio con una tecnología portátil. Tras efectuarle las pruebas traslada los resultados al médico, que puede indicar al paciente que se quede en el domicilio con un tratamiento, ir a verlo o pedir que lo traigan al Consultorio Altamente Resolutivo, antes de derivarlo si fuera necesario al Hospital.
El trabajador social serviría de enlace para avisar si los mayores pluripatológicos, muchos solos, se desestabilizan, comen mal o suman dolencias.