La segunda temporada de ‘Quiero Corredor’ presiona al Gobierno por el traqueteo del tren

El noroeste sigue anclado en mitad de un erial administrativo que no le deja ver el final de un proyecto que tienen que empezar por el plan director, aún sin redactar. Así avanza el Corredor Atlántico. Mientras, el Corredor Mediterráneo, promociona su prisa a través de cortos cinematográficos y anuncios de televisión. Las dos velocidades de los principales pasillos de comunicación ferroviaria de la península, se manifiestan también en la disposición que muestran sus promotores. «El Corredor Mediterráneo es una infraestructura ferroviaria (el conjunto de vías, traviesas, catenarias y todo lo necesario para permitir que los trenes circulen a través de ellas) inacabada e incompleta, con más de 20 años de retrasos acumulados en sus obras. Una doble plataforma en ancho internacional y con alta velocidad que discurrirá desde la frontera francesa hasta Algeciras, uniendo ciudades tan importantes como Barcelona, Valencia, Alicante, Murcia y Málaga y conectándolas a su vez con el resto de Europa. Una infraestructura necesaria que nos permitirá viajar más rápido y con mayor frecuencia y que impulsará la economía, el turismo y el empleo. Y lo más importante, que no puede esperar más a ser finalizada». El Corredor Mediterráneo tiene soportes informativos en la red para exponer su objetivos y concretar sus fines, encauzado a través de una plataforma estructurada. El Corredor Atlántico no pasa de una secuencia de taifas diseminadas en forma de hemeroteca, ajustada al interés particular de cada territorio. El noroeste se levantó en armas hace más de tres años para lograr, con las mismas herramientas que el Mediterráneo, lobby empresarial y plataforma incluida, que el Gobierno se acordara de que hay una periferia en el olvido. No hay avances tras aquella iniciativa. El Mediterráneo, mientras, aprieta al Gobierno por el traqueteo del tren.