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Manuel García

«Tenemos que ser reivindicativos para León pero no frivolizando con los populismos vacíos»

Las primarias del PP de León citan por primera vez a dos candidatos: el alcalde de Villaquilambre, Manuel García, y el senador y regidor de Almanza, Javier Santiago Vélez. Lejos del modelo de designación directa, el sistema ha abierto una espita por la que se cuela al exterior la fragmentación del partido, todavía grogui después del golpe de las elecciones municipales y autonómicas de hace dos años. En este contexto, la guerra entre los aspirantes ha derivado en que el equipo del primer edil del área metropolitana denuncie que el proceso «está viciado» en favor de su contrincante. Salvo que el juzgado decrete la petición de paralización cautelar por las presuntas irregularidades de afiliaciones, mañana tienen su cita en las urnas. Para quedar resuelto debe haber un margen de 15 puntos.

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León

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—¿Cuál es la salida para la situación económica del partido?

—Tenemos que solucionar el problema de la sede, que es nuestro gran caballo de batalla. Su solución pasa por venderla y buscar otra en alquiler.

—Los afiliados reclaman más participación. ¿Cómo lo hará?

—Potenciando su participación en las distintas estructuras que tenemos de los afiliados en sus comités locales y comarcales, haciendo especial hincapié en la creación de agrupaciones en los municipios donde no existan.

—¿En esta participación cree que tiene que estar la elección en primarias a los candidatos a los grandes ayuntamientos, a las Cortes, a la diputación provincial y al Congreso y el Senado?

—No exclusivamente. Los planteamientos siempre tienen que ser desde la base de elegir entre los mejores. Para ello es necesario escuchar a todos, pero teniendo claro el mejor perfil.

—¿En qué deben trabajar para recuperar la Diputación?

—En recuperar la confianza perdida en los diferentes comarcas, pero con especial incidencia en los ayuntamientos de León, Ponferrada, San Andrés, Cistierna y Bembibre, donde cosechamos unos malos resultados.

—Como presidente del partido, ¿sería el aspirante a presidir la Diputación?

—El objetivo es conseguir un PP ganador y eso es lo importante. Quedan dos años de legislatura y hay que pensar más en el grupo y menos en uno mismo.

—¿Le gustaría serlo?

—No se trata de que me guste o no. No intento evadir la respuesta. Si digo que me gustaría presidir la Diputación igual digo de facto que no sigo en Villaquilambre, y no es así. No me podría comprometer ahora, faltando dos años de legislatura. Sé que hay gente que preside diputaciones y son alcaldes de grandes municipios, pero cada uno tiene sus aspiraciones en la vida.

—¿Quiere decir que no podría ser alcalde de Villaquilambre y presidente de Diputación?

—Igual es muy difícil compatibilizar las dos cosas. Villaquilambre es municipio que requiere mucho tiempo y mucha dedicación y la Diputación come mucho tiempo. No me lo he planteado.

El proceso del congreso provincial desde el principio hasta ahora no está contando con igualdad de oportunidades para los dos candidatos. Por eso pedimos en el juzgado las medidas cautelares, porque consideramos que no se está jugando limpio

—El PP pasó del modelo de Carrasco al de Juan Martínez Majo. ¿Con cuál se identifica más su proyecto?

—Me identifico con mi propio modelo. No encajo ni en uno, ni en otro. En el modelo de Carrasco tuve mis problemas, incluso apoyándola en el congreso, y después de un periodo se solucionó. Y con Majo no he tenido ningún problema. Si aspiras a presidir el partido no debes copiar ninguno, sino partir de cero quedándote con lo bueno de cada uno de los presidentes que han pasado.

—Vox avanza en las encuestas. ¿Lo ve como aliado o supone un riesgo?

—Vox, que siga su camino y nosotros seguiremos el nuestro. Queremos que los votantes que perdieron su confianza en nosotros la vuelvan a recuperar con un proyecto que les ilusione.

—¿Prevé hacer algún fichaje de Ciudadanos?

—En el proyecto del PP tienen cabida todos: los que encuentren en nuestras señas de identidad las fórmulas exitosas de solucionar los problemas de nuestros ciudadanos.

—¿Qué tiene de renovación su proyecto?

—Elegiremos a los mejores sin importar la edad. Las ideas renovadoras tienen que ser el reflejo de la sociedad, en la que hay personas de todas las edades.

—¿Qué peso tienen los cargos públicos en la gestión del partido entre unas elecciones y las siguientes?

—Tienen un peso fundamental porque nos trasladan la realidad de la sociedad en las distintas y diferentes administraciones.

—¿Pero lo han hecho?

—Hemos tenido una pandemia que nos afectado y limitado muchísimo la vida del partido. No nos ha dejado relacionarnos de la misma manera, aunque lo hayamos hecho por medios telemáticos. Las posibilidades de reunirnos se nos han cortado bastante.

—¿Se ha alejado el partido de la sociedad tras el golpe de las elecciones municipales?

—El golpe fue muy fuerte. Teníamos la Diputación, el Ayuntamiento de León, el de Ponferrada, el de Astorga, el de Bembibre, y los perdimos. En la Junta, incluso, se perdió la mayoría absoluta después de tiempo. No ha sido un tema de que nos hayamos alejado porque seguimos estando en contacto con los vecinos y votantes, pero nos ha influido el devenir nacional. Ha sido una vorágine a nivel nacional que nos ha arrastrado e influido más de lo esperado en la provincia.

—¿Cree que debe darse libertad a los afiliados y a los concejales para que expresen su opinión sobre el cambio de modelo autonómico? ¿Beneficia a León estar en la configuración autonómica actual?

—Nuestra obligación como partido serio que somos es ser reivindicativos para nuestra provincia, resaltando su identidad histórica pero siempre dentro del marco constitucional vigente y no frivolizando con los populismos vacíos que lo único que consiguen es desestabilizar nuestra provincia.

—La fragmentación del partido ha quedado a la vista con el congreso. ¿Está el PP leonés roto?

—No puedo decir que esté roto, pero sí puedo decir que este procedimiento está viciado. Es nulo de pleno derecho. No sé lo que va a pasar, pero sí puedo adelantar que vamos a ir hasta las últimas consecuencias para que se esclarezca la verdad. Donde me meto llego hasta el final. Sé ganar y sé perder, pero el proceso desde el principio hasta ahora no está contando con igualdad de oportunidades para los dos candidatos. Por eso pedimos en el juzgado las medidas cautelares, porque consideramos que no se está jugando limpio.

—Los dos venden que son el candidato de Génova y de Valladolid, pero ¿qué papel juegan las dos direcciones en el congreso de León?

—Las dos direcciones se están manteniendo al margen. No ha habido ningún comunicado por parte de ninguna. Aunque la otra candidatura lo está utilizando de manera interesada para intentar convencer a los votantes. No se puede actuar de esta manera tan ventajista.