La Junta Vecinal de Navatejera dimite en bloque por la polémica del polideportivo

El enfrentamiento por la gestión del polideportivo de Nava daba ayer una nueva vuelta de tuerca. La presidenta de la Junta Vecinal de esta pedanía de San Andrés, Berta Llamazares García, y los tres vocales de la localidad, Cristina González González, David Corral Gutiérrez y Jorge Pérez Robles, presentaron ayer su carta de dimisión tras los acontecimientos acaecidos en relación al polideportivo de Navatejera y «a la nula voluntad del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Villaquilambre de colaborar con la dirección democráticamente elegida por los ciudadanos y ciudadanas».

Además, presidenta y vocales informaron en un escueto comu nicado de la paralización de los despidos de los trabajadores del polideportivo, uno de los principales problemas a los que se enfrentaban en este mandato y que finalmente no han sabido gestionar.

La semana pasada la junta vecinal de Navatejera comunicaba al Ayuntamiento de Villaquilambre la decisión de paralizar los despidos a cambio de una respuesta firme que asegurase por parte del consistorio la asunción de la gestión deportiva de la localidad, además de los empleos de los trabajadores, que consideran competencias impropias de la pedanía de Navatejera. Los trabajadores afectados iniciaron una serie de movilizaciones públicas en defensa de sus puestos de trabajo que les llevaron a visibilizar su problema en diferentes actividades de la capital y de la propia localidad ubicada en el alfoz, para dar a conocer su problema.

La plantilla del polideportivo está integrada por 17 trabajadores, muchos de ellos vinculados a las instalaciones desde que estas se abriesen, de los que ocho han sido despedidos. Desde el inicio del encierro ya avanzaron que se mantendrían firmes hasta encontrar una solución, tras criticar las formas y los métodos empleados por la junta vecinal para informarles de que prescindían de ellos.

Pese a la determinación que se adoptaba el reciente pleno, ahora queda un tramo legal que cubrir antes de que se oficialice la decisión, aunque a tenor de lo que se escuchó en ese Pleno parece que la voluntad es encontrar una salida adecuada al problema por parte del Ayuntamiento.

«Nos han dejado sin trabajo, sin cobrar las nóminas y sin finiquito», indicaron nada más iniciar su protesta, además de criticar que la pedanía haya utilizado las instalaciones del polideportivo como «ariete político» contra el Ayuntamiento de Villaquilambre, a mayores de acumular una deuda de más de 1,5 millones de euros.

La situación vivió sus momentos más tensos cuando ocho trabajadores vieron peligrar sus puestos por la decisión del concejal socialista Jorge Pérez de enfilar sus despidos. «En absoluto nos sentimos orgullosos de faltar a nadie, ni de las reacciones de los trabajadores, que no pasaron de insultos como afirma Jorge Perez, tachándonos de agresores, pero no enseña un parte de lesiones producidas por una sencilla razón, porque no existen», sostenían los empleados, que dicidieron seguir reivindicando sus puestos con el encierro pese a las promesas de los políticos. El PSOE, partido al que pertenece la junta vecinal, pide a la Junta que asuma la tutela financiera del pabellón en el caso de que el Ayuntamiento de Villlaquiambre no lo haga.