Familias y docentes ponen un notable al primer curso completo de la pandemia

Los alumnos leoneses dirán hoy adiós a las aulas después de superar un complejo curso académico, el primero completo de la pandemia que arrancó marcado por la incertidumbre y con el presentimiento de que la presencialidad sería de nuevo inviable. Sin embargo, no se ha cerrado ningún centro, y, salvo las aulas confinadas, los alumnos han acudido a sus colegios e institutos todos los días. Un notable de media. Esta es la nota que ponen las familias y los docentes al curso que hoy acaba, aunque en función de quien puntúe no todos salen bien parados.

El presidente de la federación de las ampa, la Felampa, Arsenio Martínez, pone «un notable alto», aunque son los alumnos los que recibirían la mayor puntuación: «Los niños son los grandes ganadores. A pesar del obligado cambio de hábitos de forma repentina (mascarillas o distancia social) han sabido adaptarse y nos han demostrado que son más maduros de lo que pensamos». En contra, Martínez critica la falta de agilidad de la Consejería de Educación ya que «en momentos puntuales, con picos de contagios, no hubo profesores suplentes para cubrir las bajas».

Los docentes son más duros con la administración educativa, a la que dan un 3. «El inicio de curso fue caótico, con cambios de última hora, hubo problemas de coordinación con Sanidad, la administración siempre fue por detrás de los acontecimientos y reaccionó tarde», resume el presidente de la Junta de Personal Docente de León, Javier Fernández, quien recuerda que los profesores han tenido que recurrir en dos ocasiones a los tribunales, por el cupo de docentes (para saber cuántos suplentes se han contratado) y por las listas dinámicas. «La comunidad educativa, tanto los profesores, como el personal de servicios han sido muy profesionales, adelantándose a los protocolos, ha sido un año duro», señala para añadir que las familias «lo han hecho fenomenal y se han implicado mucho en la seguridad y en cumplir con las normas». De igual forma, incide en que los niños han logrado «mejor que nadie» adaptarse a la nueva situación. Para todos ellos, el 10.

Tantos padres como docentes recuerdan que los medidores de CO2 llegaron con retraso y apuntan la posibilidad de mantener los filtros de aire para próximos años. De momento, la Consejería de Educación ya ha anunciado que el próximo curso, que arrancará el 10 de septiembre, se mantendrá el mismo protocolo, con los docentes de refuerzo, y, eso sí, a expensas de la evolución sanitaria.