La rebaja en la factura de la luz deja fuera a miles de autónomos de la provincia

La rebaja en la factura de la luz apenas tendrá impacto en miles de negocios de la provincia, que pagarán hasta 400 euros de más en los próximos recibos a pesar de esa bajada del IVA, del 21 al 10%, que aprobó el Gobierno la semana pasada para amortiguar los precios de la electricidad, en máximos históricos. Tampoco notarán las nuevas tarifas por tramos, que, lejos de abaratar el coste, suponen, según denuncian desde la federación de trabajadores autónomos, un gasto extra en un momento especialmente complicado tras el año y medio de pandemia.

No comparten la estimación que hizo al respecto la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien aseguró que la reducción de ese impuesto indirecto, vigente hasta final de año, afectará positivamente al 72,5% de los contratos de suministros de empresas, que, según aclaró, tienen una potencia contratada inferior a 10kw. «La realidad es que los autónomos que pagan en sus negocios facturas de luz, la gran mayoría, tienen contratada más de 10kw —donde han puesto el límite—. Está claro que un jardinero no gasta luz en su actividad económica. Si incluyes a taxistas, agentes comerciales o profesionales que no tienen locales salen esas cuentas», denuncian desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). No entienden una medida que excluye a miles de establecimientos.

Calculan que solo el 25% de los trabajadores por cuenta ajena ahorrarán en los próximos recibos, siempre y cuando el precio mensual supere los 45 euros por kw/h en el mercado mayorista. Si está por debajo, el real decreto, y los beneficios que apareja, no tendrá ningún efecto. De esta manera, unos 27.000 autónomos de los 36.055 que están dados de alta en la provincia no notarán la bajada del IVA. Muchos pertenecen a la hostelería (4.219) y al comercio (7.752), dos actividades que normalmente —advierte ATA— funcionan con una potencia contratada entre 25 y 30kw, por lo que no cumplirían los requisitos establecidos por el Ejecutivo de Pedro Sánchez y tendrían que afrontar, por tanto, ese 40% de incremento en la factura. Una situación similar ocurre en las peluquerías, almacenes frigoríficos, tintorerías o negocios parecidos que dependen de la electricidad. La patronal prevé que los recibos se eleven 400 euros de media con el aumento de los costes de la energía, sobre todo durante las horas en las que permanecen abiertos los establecimientos.

Este problema añade lastre a uno de los colectivos que peor lo ha pasado durante la crisis desatada por el covid, primero con el confinamiento estricto de la población, y el cierre de todos los negocios no esenciales, y después con la caída del consumo, que todavía no ha remontado y que ya se ha llevado por delante a una parte importante de este sector.

Lo mismo opinan desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos. Su presidente, Eduardo Abad, alertó de que «desgraciadamente muchos autónomos que tienen pequeños negocios quedan fuera».

Exigen al Gobierno que la bajada del IVA de la luz se amplíe, como mínimo, a los 15kw, potencia que utilizan la mayoría de comercios, bares o cafeterías, que, si no prosperan sus demandas, afrontarán como puedan unos precios de la luz que se han disparado en el mes de junio. El 40% de la factura que pagan todavía corresponde al gasto energético, mientras que un 15% se diluye vía impuestos.