Primaria y el hospital dispondrán de pediatras propios

La Mesa Sectorial del Personal de las Instituciones Sanitarias públicas de Castilla y León acordó ayer por «unanimidad» dar el visto bueno al proyecto presentado por la Consejería de Sanidad para la creación, por separado, de las categorías de licenciado especialista en Pediatría de Primaria y de licenciado especialista en Atención Hospitalaria.

Con esta decisión se da cumplimiento a uno de los objetivos que, desde el inicio y en sus compromisos de legislatura, se fijó la Consejería de Sanidad para dar respuesta a una necesidad derivada de los contenidos específicos de las funciones de estos profesionales en el ámbito de la Atención Primaria y Hospitalaria.

En esta línea, se atiende también a las demandas de estos facultativos a la hora de clarificar sus competencias profesionales en dos categorías laborales perfectamente diferenciadas, lo que redundará por ejemplo en una mejora clara de las condiciones a la hora de poder concursar en otras comunidades autónomas donde ambas figuras ya existen de forma separada, matiza la Junta.

Esta creación implica la modificación de la Ley 2/2007, de 7 de marzo, del Estatuto Jurídico del personal estatutario del Servicio de Salud de Castilla y León, propuesta que se llevará a cabo a través de la Ley de Medidas financieras para el año que viene. Requerirá además un desarrollo del procedimiento, de los requisitos y de las condiciones para la integración en las nuevas categorías de los profesionales afectados.

El número de pediatras que trabajan en Sacyl asciende en la actualidad a 459. León dispone de 62 y El Bierzo de 18, mientras en Ávila trabajan 28, en Burgos 87; en Palencia 27; en Salamanca 38; en Segovia 17; en Soria 16; en Valladolid Oeste 60; en Valladolid Este 67; y en Zamora 39.

Los 44.000 niños de 0 a 14 años de León tienen asignados un pediatra en Atención Primaria, después de solventar hace dos años los problemas en los ambulatorios de Astorga y Boñar. La totalidad de las plazas están cubiertas, a diferencia de lo que ocurre en el conjunto de la Comunidad, donde unos 7.000 pequeños se encuentran en un ‘limbo’ en los centros de salud, al no estar asignados a un pediatra, por estar vacantes siete plazas (cinco en Burgos, una en Toro y otra en Guardo).

No obstante, en León sí existen bajas sin cubrir, cuyo cupo se reparte entre otros compañeros, lo que sobrecarga a estos facultativos y dificulta dedicar el cuarto de hora idóneo de atención a cada menor. Los pediatras llegaron a advertir a la Junta de «que estaban «desilusionados y frustrados», al necesitarse más especialistas, sobre todo, para cubrir descansos y bajas y no perder calidad. También alertaron de la jubilación del 33% de la plantilla en los próximos años.