León paga cerca de un millón al año a Correos por las notificaciones

El procedimiento sancionador por multas de tráfico comienza en los boletines de los agentes, que ahora ya cuentan con dispositivos electrónicos para gestionar sus actuaciones, y en los equipos informáticos que registran las imágenes de prueba del radar fijo y los semáforos de foto rojo. Pero a partir de esta espoleta se activa un sistema de funcionamiento que tiene como premisa ineludible la notificación. Salvo que se pague en el mismo momento de la imposición, los infractores reciben en su domicilio la carta en la que se le advierte de que cuentan con 20 días naturales si quieres beneficiarse de la reducción de hasta el 50% del importe, sin posibilidad de recurrir. Más allá, se activa una escalada progresiva que empieza por dar 25 días más dentro del periodo voluntario y luego pasa a multiplicar por tres la cantidad, más un 20% de recargo que se incrementa mientras más tiempo pase hasta que se abone.

La suma de todas estas acciones se carga en el capítulo de gastos postales del Ayuntamiento de León, en el que hay casi un millón de euros de partida con destino a Correos. Con la entrada de la notificación electrónica, que para las personas jurídicas ya es obligatoria, se quiere reducir un 25% al menos esta factura.