Los hosteleros apelan a mantener el sector abierto para salvar el turismo en verano

El aumento de casos por coronavirus, con la quinta ola en marcha y con un elevado número de contagios en la provincia de León, ha puesto en alerta también al sector hostelero que clama porque no le vuelva a criminalizar y se les permita seguir trabajando, sobre todo, de cara a la campaña estival «porque no podemos permitirnos otro cierre», en relación a los meses que han estado cerrados, con condicionantes para poder abrir y con limitaciones para acoger a los clientes a fin de evitar los contagios.

«El año pasado sobrevivimos gracias al verano. No podemos perder este», señaló el presidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León, Fernando de la Varga, quien recordó la importancia del sector turístico para una provincia como León. «Necesitamos el turismo y otro cierre nos pondrá en el epicentro de la pandemia y echará para atrás a los turistas, hay que darles seguridad», apuntó De la Varga, quien insistió en la necesidad de la «colaboración de todos para salir del atolladero».

Tras el último encuentro mantenido con los representantes de la Junta, Fernando de la Varga apuntó que la idea de la Administración autonómica «descarta cerrar y apuesta más por la concienciación social». «El Consejo de Gobierno aún no ha tomado ninguna medida, pero habrá que hacerlo si los casos siguen subiendo y cuando esto ha pasado, siempre se ha hecho en contra del sector hostelero», sentenció.

«Vamos a presionar a la Junta para que no hagan cierres, a los hosteleros le pediremos responsabilidad y a los jóvenes que cumplan las normas», precisó el presidente de la asociación Hostelería de León, Martín Méndez, quien reclamó a todo el sector que representa «para que sean rigurosos, no se puede hacer mala praxis». En este sentido, recordó que la normativa actual ahora permite un desahogo a los empresarios porque «nos deja vivir y trabajar de forma productiva». De hecho, ayer el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, insistió en que «un porcentaje de población joven de entre 15 y 30 años no se encuentra en los locales de ocio nocturno, sino en las plazas, las casas o los botellones».

Méndez y De la Varga argumentaron que los hosteleros llevan «16 meses haciendo de policías, porque es lo único para seguir trabajando a pesar del cansancio y los botellones no se pueden controlar». Es más, recordaron que actualmente en los bares y restaurantes ahora los clientes pueden disfrutar, «después de toda la presión», en las barras y en las mesas y el sector puede seguir trabajando a pesar de los aforos, las mascarillas y todas las medidas de seguridad». En este sentido, incidieron, en que no pueden volver «a pagar los platos rotos» y volvieron a apelar a la responsabilidad de toda la sociedad para frenar la pandemia y conseguir que los trabajadores del sector hostelero puedan seguir en sus puestos, sin tener que hacer frente a otro cierre.

De la Varga exigió también al Gobierno que lleguen a la autonomía las vacunas prometidas. «Hasta que no se logre la ansiada inmunidad de rebaño, con el 70% de la población vacunada, la lucha seguirá siendo dura», dijo el representante de los hosteleros de Castilla y León, para añadir que el ratio de vacunados ahora «es muy bajo».