Violencia de género
Comercios de barrio pueden ser ya un lugar seguro para víctimas del machismo
Los negocios se distinguirán desde hoy con un punto violeta que les avala como protectores
Empresas, entidades y comercios de barrio, desde una panadería hasta una farmacia, podrán distinguirse a partir de hoy con un «punto violeta» que indicará que son lugares seguros para informar y acompañar a víctimas de violencia de género y de otras violencias machistas.
Se trata de una iniciativa del Ministerio de Igualdad, en el marco del catálogo de medidas urgentes del Plan de Mejora y Modernización contra la Violencia de Género, y para combatir la «oleada de asesinatos machistas» que prevén que pueda continuar en los próximos meses y a la que «se puede superponer una ola de violencias sexuales», según avisó la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Así lo explicó en una rueda de prensa en la sede del Ministerio de Igualdad, junto a la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Noelia Vera, y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.
Itinerario
Los establecimientos deberán descargarse una guía que explicará cómo ayudar a pedir auxilio
«Queremos mandarle a las mujeres un mensaje rotundo: no están solas. Las instituciones y la sociedad las acompañan y por eso estamos volcados en detectar hasta el último fallo y las posibilidades de mejora para llegar siempre a tiempo», subrayó Montero.
Acompañando al distintivo violeta, que deberá colocarse en un lugar visible, los establecimientos interesados deberán descargarse una guía, a la que se puede acceder de forma física o a través de un código QR, que permitirá informar a las mujeres víctimas sobre cómo iniciar el camino para salir de la situación de violencia y pedir ayuda.
El material ya está disponible en la web y además, el Ministerio de Igualdad realizará un envío masivo a todas las empresas con las que tienen relación, para que puedan descargarse el punto violeta y la guía.
La ministra de Igualdad prevé que va a tener «muy buena acogida», aunque aún no tienen una previsión del número de empresas que podrían sumarse a esta iniciativa.
Para Montero, puede ser una campaña «tremendamente eficaz» porque permitirá que «la panadería o la farmacia» a la que acuden habitualmente las mujeres se conviertan en «lugares seguros» para ellas. «Garanticemos múltiples puertas seguras, amplias y diferentes. La denuncia no es un requisito para acceder a la garantía de tus derechos», enfatizó la ministra dirigiéndose a las mujeres.
Además, detalló que las guías contemplan no sólo la violencia que se produce en el ámbito de la pareja o expareja sino también todas las formas de violencias machistas.
El objetivo, según insistió, es que las mujeres no carguen solas con «la mochila de la situación de violencia, de la responsabilidad de salir de esa situación y de proteger a sus hijos e hijas o a sus mascotas» y que «su entorno más cercano y el conjunto de la sociedad se haga cargo de combatir esa otra gran pandemia de violencia contra las mujeres».
La ministra reconoció que, a pesar de que las políticas públicas «son eficaces y están salvando vidas», son conscientes de que no están «llegando a tiempo en todos los casos» de violencia machista, y están «volcados en detectar hasta el último fallo».
Por ello, el 21 de mayo convocaron de forma urgente el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y, a partir de ahí, iniciaron un trabajo con el resto de ministerios, entidades locales y organizaciones de la sociedad civil para llevar a cabo un plan de modernización de las actuaciones para combatir la violencia de género.
Este trabajo se ha concretado de forma inicial en el catálogo de medidas urgentes aprobado ayer por el Gobierno «para hacer frente a la ola de asesinatos machistas». «Nuestra previsión es que pueda continuar los próximos meses y se puede superponer una ola de violencias sexuales», alertó la ministra.
Entre las medidas que se pondrán en marcha, Montero destacó la herramienta estandarizada para la detección precoz en el sistema de salud, especialmente, para los profesionales a los que más acuden las mujeres, como el médico de familia, el pediatra o el personal sanitario de las urgencias, todos ellos profesionales a los que Montero quiso trasladar su «profundo agradecimiento» por su trabajo en medio de «enormes dificultades y sacrificios».
También puso de relieve la creación de una ventanilla única en los servicios sociales para evitar que las familias tengan que hacer «un proceso de peregrinaje» para acceder a todos sus derechos y tramitar las ayudas.
Además, se contempla el impulso de la entrada en el sistema Viogen de los Servicios Sociales de Base, con el fin de proporcionar una información cercana y actual sobre la víctima y el entorno fundamental para la eficacia de la valoración y actualización del riesgo.
Montero precisó que los servicios sociales ya podían tener acceso al sistema Viogen pero considera que esa relación «es más débil» de lo que les gustaría, por lo que quieren «estrecharla más».
En cuanto al calendario de implantación de estas medidas urgentes, la ministra explicó que se van a implementar «desde ya» y que no hay un plazo de finalización porque el objetivo es erradicar la violencia contra la mujer. Para su puesta en marcha, Montero ha afirmado que desde el primer momento están en coordinación con las comunidades autónomas.