La Junta prolonga las restricciones por la quinta ola hasta el 16 de agosto
La Junta de Castilla y León mantendrá catorce días más —hasta el 16 de agosto— las medidas restrictivas vigentes para luchar contra la covid-19, sin aumentarlas ni rebajarlas durante ese periodo, con el fin de que se registre un descenso de contagios de la forma más rápida posible.
El vicepresidente y portavoz del Ejecutivo autonómico, Francisco Igea, anunció esta decisión en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, y reclamó más vacunas porque es «esencial» mejorar el ritmo con el que se lleva a cabo este proceso.
Desde el pasado 20 de julio, en Castilla y León esta prohibido el consumo en barra o de pie en los establecimientos hosteleros, que tienen el aforo al 75% con un máximo de diez personas por mesa y el cierre a la 1.30 de la madrugada, con admisión de clientes hasta media hora antes.
También está cerrado el interior de discotecas, salas de fiestas y las pistas de baile, y sólo pueden abrir aquellas que tengan terrazas, con las mismas restricciones que las del resto de establecimientos de hostelería.
En la hostelería y también el ocio nocturno el horario el cierre es a la 01.30 horas como máximo, sin que puedan admitirse nuevos clientes a partir de las 01.00 horas.
Este horario también abarca pubs, karaokes y bares especiales, en los que también se prohíbe el consumo en barra o de pie, con la ocupación por mesa o conjunto de mesas limitada a diez personas.
Las medidas que continuarán vigentes también incluyen el cierre de los parques entre la medianoche y las 07.00 horas, en los casos en los que sea posible, para evitar botellones.
Sigue vigente el cierre de las peñas y además, en verbenas o bailes en lugares públicos, es obligatorio usar mascarilla, tanto en espacios cerrados como abiertos, si no se puede mantener el metro y medio de distancia física, con la prohibición del consumo de alimentos y bebidas, con horario límite también de las 01.30 horas de la madrugada.
Procesiones y romerías deben celebrarse en recinto acotado, con un aforo máximo del 75 por ciento, y mil personas si es al aire libre.
Los asistentes tienen que permanecer sentados guardando distancia de seguridad o usando mascarilla, sin que se permitan muestras físicas de devoción o tradición como besos, contacto sobre imágenes o esculturas.