El rescate de los peajes
Asturias retoma la batalla por la AP-66 ante los privilegios del Gobierno a Galicia
El Principado defiende la intervención vía presupuestos para racionalizar el coste del peaje en la asturleonesa
Asturias toma el mando en la reivindicación por el agravio en el rescate de los peajes; por esa decisión del Gobierno, tan decidida con la AP-9 gallega y tan recatada con la Asturleonesa.
El ejecutivo central ya puso en marcha la maquinaria administrativa para librar a los usuarios de la autopista del Atlántico de pagos por valor de 2.300 millones de euros antes de que finalice la concesión de gestión de la vía. El movimiento, el primer movimiento definido del Gobierno con las vías de pago del noroeste español, ha servido para espolear al resto de territorios en los que la intervención financiera no ha pasado nunca de limosna. León y Asturias se sienten señalados y desplazados en esta operación; el Principado, su administración autonómica, ya ha tomado la iniciativa de urgir al Gobierno para que disponga de fondos específicos en los Presupuestos del Estado para rebajar la presión a la que están sometidos los usuarios de la autopista de peaje que une León y Asturias; un pasillo recurrente durante años para llamar la atención de los votantes con propuestas de rescate, rebajas y descuentos en las tarifas que nunca llegaron a hacer realidad.
La acción del Gobierno de España a favor de recortar el gasta de los usuarios de la AP-9, con la bonificación de hasta el cien por cien en algunos tramos, y otras fórmulas de gratuidad en algunos otros trechos, es una arma de doble filo territorial que desafina entre León y Asturias, por una autopista que desde hace años se pone como ejemplo de lastre para el desarrollo territorial del norte de la península; un exponente que cuestiona la igualdad de oportunidades en todo el territorio del Estado, que se sufre especialmente en León, con otra autopista de pago clavada en mitad del corredor central que se eleva como eje de cohesión en la provincia leonesa.
Café para todos
El gobierno asturiano, del mismo color político que el ejecutivo central, exige medidas en la autopista
Modelos territoriales
León encuentra un aliado autonómico para luchar contra el agravio que suponen los peajes
La autopista León-Astorga es la gota que colma el vaso de la paciencia en materia de infraestructuras frente a otros territorios en los que no se imponen corsés añadidos de pago para entorpecer la movilidad y las expectativas de desarrollo. El modelo que se aplica en León para las vías de alta capacidad apenas encuentra réplicas y analogías en el resto del Estado; dos autopistas de peaje, que suman casi un tercio de las infraestructuras de alta capacidad que discurren por el territorio provincial.
La postura de Asturias frente al agravio al Noroeste es la primera respuesta de una administración autonómica frente a la secuencia que afecta de forma directa a León, que para llegar a l vecino principado, a la capital de provincia más cercana a León por vía de alta capacidad no tiene otra opción que pasar por caja.
La propuesta asturiana de ver reflejada en los presupuestos la aspiración de limar la tarifa que supone transita a través del arco de peajes de La Magdalena refuerza la moción que la Unión del Pueblo Leonés acaba de anunciar para estrenar el curso político tras el verano, con la que va a obligar a los procuradores en las Cortes de Valladolid, con trece procuradores electos en León, a posicionarse a favor de una fórmula que elimine esa obligación de pagar por circular a través de la Asturleonesa o de la León-Astorga.
El Principado de Asturias, con un Gobierno con el mismo color político que el ejecutivo central, ya ha decidido poner los intereses de la comunidad vecina de León por delante de los del partido. Las autopistas de peaje de León se colocan en posiciones destacadas entre las que se miden por la carestía por kilómetro.