Coronavirus | Vacunas
España cierra la puerta a Astra Zeneca
Sanidad aparta para siempre este suero tras constatar más del doble de reacciones graves que con cualquier otra marca comercializada en la UE
El pasado lunes Sanidad anunciaba el cierre de un acuerdo a tres bandas entre el Gobierno, Astra Zeneca y Covax (el programa de donación de vacunas a terceros países) para que el laboratorio anglosueco comenzara a enviar directamente a Latinoamérica los más de 20 millones de dosis que España, pese a haberlas pagado y cuando todavía no llega ni al 60% de su población inmunizada, no está dispuesta a utilizar.
Solo unos días antes, el departamento que dirige Carolina Darias había hecho público que no iba a seguir repartiendo entre las comunidades dosis de Astra Zeneca, tras haber comprobado que las autonomías tenían en sus congeladores dosis suficientes para inocular el segundo pinchazo al puñado de miles de personas a los que todavía faltaba por completar la pauta, sobre todo sexagenarios, el grupo etario al que, de facto, se había reservado esta polémica profilaxis después de que su uso hubiera sido vetado por debajo de los 60 años tras los trombos detectados en varios países de Europa la pasada primavera.
Una crisis de confianza que hizo que Sanidad, en y desoyendo expresamente las indicaciones de las Agencia Europea del Medicamento, frenara la vacunación de los trabajadores esenciales menores de 60 (policías, bomberos, farmacéuticos o militares) que habían comenzado a pincharse con Astra Zeneca para luego recomendar, sin demasiado éxito, que se inocularan la segunda dosis de Pfizer.
Al final, Sanidad, que ya ha anunciado que no va a suscribir contrato adicional más alguno con Astra Zeneca y tampoco con Janssen (la otra vacuna de tecnología de adenovirus), va a cerrar en solo unos días y para siempre su accidentada relación con el controvertido laboratorio británico con algo menos de 9,5 millones de dosis administradas y confiando a esta fórmula la protección frente al virus de algo más de 4,4 millones de españoles, el 9,3 % de la población.
Pero al margen de la polémica, los miedos, los bulos y los intereses comerciales. ¿Cuáles son los datos reales que han dejado los siete meses inoculación de Astra Zeneca? Todas las respuestas las tiene el séptimo Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas Covid de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) publicado esta semana y que dedica una parte sustancial del dosier a analizar lo ocurrido con Vaxzevria, el nombre comercial de esta fórmula.
Hasta el pasado 11 de julio, fecha de cierre del estudio, se administraron en España 8.482.164 dosis de Vaxzevria, que corresponden a 5.062.425 personas. En cuanto a la distribución por grupos de edad, el 83% correspondió a personas de entre 18 y 65 años y el 17% a mayores de 65 años.
Avisos a Fedra En este periodo se registraron en la base de datos Fedra (Farmacovilancia Española y Datos de las Sospechas de Reacciones Adversas) 10.058 notificaciones de acontecimientos adversos tras la administración de Vaxzevria; la mayoría correspondieron a mujeres (74%) y a personas de entre 18 y 65 años (96%). De todas las notificaciones registradas, 2.252 fueron consideradas graves.
Y en esos episodios de reacciones graves donde está la gran diferencia.
Los estudios de Sanidad concluyen que con la profilaxis de Oxford hay más del doble de posibilidad de reacciones graves que con cualquier otro de los tres sueros autorizados en España. Fedra revela que la posibilidad de sufrir un problema grave tras un pinchazo con Astra Zeneca es de uno entre 3.766, una proporción que sube a uno entre 7.136 con Moderna; a uno entre 9.953 con Pfizer; a uno entre 10.441 con Janssen.
Sin duda, el mayor temor a Astra Zeneca han sido los casos "muy raros" de trombosis (formación de coágulos de sangre en los vasos sanguíneos) con trombocitopenia (niveles bajos de plaquetas), conocido como Síndrome de Trombosis con Trombocitopenia (STT). Sanidad explica que en el UE, hasta el 27 de junio ya se habían notificado 479 casos que combinan trombosis y trombocitopenia con Vaxzevria, de los cuales cien tuvieron un desenlace mortal. Todo ello tras haberse administrado en Europa más de 51 millones de dosis de la cuestionada vacuna, lo que implica un trombo cada 100.000 pinchazos y una muerte cada medio millón de inoculaciones aproximadamente.
En España, hasta el 11 de julio se registraron 32 casos "sugerentes o confirmados de STT," de los cuales siete fallecieron. O sea, que hubo un STT cada 265.000 pinchazos y un fallecido con trombos por cada 1,2 millones de inoculaciones. En España, la mayoría de las trombosis se presentaron en localizaciones inusuales (senos venosos o venas esplácnicas o cerebrales) administradas. De los 32 casos, 31 se produjeron tras la primera dosis. Las cifras del resto en mortalidad y relación con otras enfermedades son mucho menores, según la Aemps. De Pfizer solo hay constatada una muerte, un paciente mayor de 60 años que murió por miocarditis. En el caso de Moderna no hay notificaciones de fallecidos. Para Janssen se notificaron dos casos, uno probable y otro confirmado, de STT, uno de las cuales falleció.